Por increíble que parezca -y aunque usted no lo crea-, la posibilidad es real, existe y está muy cerca de convertirse en la noticia del año. ¿Y qué haría posible ese milagro? Un pequeño detalle; que el PRI daría un paso firme para rebasar a la izquierda por la izquierda y, claro, a la derecha por la derecha. Pero vamos por partes.
Como se sabe, en la sesión del pasado miércoles, los senadores del PAN, PRD, PT, MC y Panal, enmendaron por mayoría el artículo 371 de la reforma laboral, en el que proponen que los sindicatos incluyan en sus estatutos no sólo la transparencia, sino la rendición de cuentas, y no sólo la democracia, sino el voto libre, universal y secreto.
Y como también se sabe, los senadores del PRI y Partido Verde –entre ellos sus líderes sindicales-, se opusieron a esa reforma. Y entre otros, los argumentos fueron los siguientes.
1. Que la rendición de cuentas es una violación a la autonomía sindical, ya que nadie tiene derecho a obligar a un sindicato a dar a conocer el destino de sus recursos, salvo sus agremiados. Y...
2. Que al establecer el voto libre, universal y secreto, se cancelan libertades fundamentales, entre otras el voto indirecto, que a partir de un principio democrático no puede ser excluido. Es decir, que el voto indirecto es un derecho con el mismo peso que el derecho que invocan los opositores a que exista el voto libre, universal y secreto. En todo caso, el PRI propone incluir las dos modalidades de voto.
Como se sabe, los senadores de la derecha, las izquierdas y del Panal ganaron la votación en torno al citado artículo. Por ello, la minuta de ese artículo fue regresada a la Cámara de Diputados, en donde será revisada, dictaminada y, en su caso, aprobada y/o rechazada.
Pero ¿qué creen? Poca cosa, que son muchas las posibilidades de que los diputados del PRI decidan aprobar la minuta que los senadores del mismo PRI rechazaron.
Es decir, que en San Lázaro el PRI podría cambiar el voto de sus compañeros senadores y, al final, sumarse a los cambios que propusieron PAN, PRD, PT, MC y Panal al artículo 371 de la Ley Federal del Trabajo. ¿Y eso qué significa?
Que finalmente el PRI habría reconocido que los viejos tiempos quedaron atrás. En otras palabras, que el PRI de Enrique Peña Nieto, en alianza con el PRI de Manlio Fabio Beltrones, están a un paso de avalar un cambio histórico en la democracia, la transparencia, la rendición de cuentas y la instauración del voto libre, universal y secreto en sindicatos como el magisterial y el petrolero.
Y para los que tienen dudas, la primera pista de ese cambio la ofreció el pasado martes la Senadora Mónica Arriola Gordillo, cuando en un supuestos cambio repentino se sumó a la postura del PAN, PRD, PT, y MC, para avalar la rendición de cuentas y el voto libre, universal y secreto de los sindicatos. Ni traición ni cambio repentino. No, en realidad fue la señal de que Nueva Alianza sabía que el PRI avalará en la Cámara de Diputados la minuta aprobada en el Senado, y decidió ganarle la jugada al PRI.
Y es que resultaría ridículo que el Panal no avalara en el Senado la rendición de cuentas y el voto libre, universal y secreto, para luego cambiar su posición en la Cámara de Diputados. Más aún, el Panal no se podía negar a una realidad que, parcialmente, ya se lleva a cabo en el partido de la señora Gordillo. Nos referimos, claro, a el voto libre, universal y secreto; mismo que fue utilizado en el VI Congreso Nacional del SNTE el pasado fin de semana en Playa del Carmen. Cosa de recordar que Gordillo fue aclamada por el 99 por ciento de los agremiados, gracias al voto libre, universal y secreto.
Pero el asunto va más allá. Resulta que los estrategas de Peña Nieto no sólo llegaron a la conclusión de que lo mejor para su Gobierno era la democracia, la transparencia, la rendición de cuentas y el voto libre, universal y secreto en los sindicatos, sino que convencieron a los dinosaurios del viejo PRI, a los líderes sindicales, de que para ellos también eran positivas esas pinceladas democráticas. ¿Y entonces qué pasó?
Que todo indica que en unos cuantos días, partidos, sindicatos y viejos líderes serán democráticos, transparentes, rendidores de cuentas y adoradores del voto libre, universal y secreto. ¿Pero saben qué?, lo cierto es que el control de los sindicatos tampoco está en el control de esas variables. No, el verdadero control está en la corrupción. Al tiempo.
Leído en: http://www.noroeste.com.mx/opinion.php?id_seccion=104
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