A la memoria de la entrañable Norma Zepeda
Podría tratarse como una comedia de enredos pero toca fibras sensibles de la democracia mexicana.
En 2010 el embajador de la República de Azerbaiyán se acerca al Gobierno del DF para ofrecer una estatua de Heydar Alíyev. La propuesta embonaba con una iniciativa de Bakú, capital de Azerbaiyán, para sembrar al mundo de monumentos de quien califican "padre de la patria" (ese país se independizó en 1991). A la fecha hay esculturas en 14 ciudades de Asia, Europa Central y África del Norte.
El DF sería la cabeza de playa para difundir en las Américas las glorias de Heydar. Por Marcelo Ebrard sabemos que "el embajador sólo quería hacer un monumento", pero que Felipe Leal, titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) les sacó 65 millones de pesos para "arreglar medio Bosque de Chapultepec y la Plaza Tlaxcoaque". En la inauguración de las obras nuestro Jefe de Gobierno calificó a Alíyev de "gran líder político, estadista".
Sobre la Plaza Tlaxcoaque hubo protestas justificadas por el texto en la placa de bronce. La polémica mayor se desencadena por una estatua de Heydar –bastante fea por cierto- colocada en Paseo de la Reforma y Gandhi. El problema inicia cuando el Consejo Rector Ciudadano del Bosque de Chapultepec integrado por siete ciudadanos aprueba el preproyecto presentado por el GDF en julio de 2011, pero da marcha atrás en noviembre del mismo año cuando supo que Heydar Alíyev presidió un régimen represor y corrupto. En enero de este año informaron al GDF que no daban su aprobación a la obra. Era un buen momento para las correcciones porque las obras en el parque iniciaron hasta abril y porque la estatua llegaría hasta agosto.
Las autoridades capitalinas se hicieron las remolonas. Para Martha Delgado, secretaria del Medio Ambiente, era "tarde para revertir un contrato ya firmado", mientras que Felipe Leal exageró cuando advirtió sobre el "riesgo de un conflicto diplomático". La pugna es poco probable porque México no tiene embajada en Azerbaiyán y difícilmente puede ser ocupada por los indignados con el desaire a la estatua. Tampoco parece probable que las Naciones Unidas desplieguen en Chapultepec a un destacamento de Cascos Azules.
En el relato hay un fleco de actualidad. En 2003 Heydar Alíyev se desmayó ante las cámaras de televisión y se fue a una clínica de los Estados Unidos. Antes de morir heredó el poder a su hijo Ilham quien es otro pájaro de cuenta. Revisé cuatro de los informes sobre derechos humanos más importantes del mundo (enumerados al final de la columna) y de ellos tomé frases e ideas para describir al sistema político actual de Azerbaiyán.
El actual presidente Ilham Alíyev "domina al ejecutivo, el legislativo y judicial". Es frecuente la "represión e intimidación" y la "violencia contra periodistas independientes y de oposición". El régimen controla la televisión que utiliza para "desacreditar aquellos que disienten"; la "libertad académica" está restringida y a los estudiantes que protestan les bajan las calificaciones; las elecciones no son "limpias o confiables"; hay una "corrupción generalizada" (México está en la posición 100 en el Índice de Transparencia Internacional, ellos en la 144); hay impunidad porque la justicia es "corrupta e ineficiente"; se discrimina a los armenios y permiten que sea una pieza central en el tráfico de mujeres para la prostitución.
La estatua de Alíyev conduce a dos problemas muy nuestros. El primero es el urbanismo salvaje hecho posible por autoridades que modifican los usos del suelo con bastante ligereza. El segundo es el espacio que se concede a los consejos ciudadanos. Las autoridades les aplauden cuando se comportan con mansedumbre pero los ignoran cuando se inconforman. Las relaciones entre el GDF y el Consejo Rector del Bosque de Chapultepec están tan deterioradas que este lunes Felipe Leal desautorizó al Consejo Rector al nombrar a tres personajes capitalinos (Gabriel Guerra, Gerardo Estrada y Guillermo Osorno) para que emitan una recomendación la cual acatarán. La mediación es una buena idea porque en las democracias se corrigen los errores. El Consejo Rector se equivocó cuando aceptó la propuesta inicial sin saber quién era el personaje; el GDF está actuando con ligereza al defender la permanencia de la estatua de un dictador en el Paseo de la Reforma. El DF no es Bakú.
La miscelánea
Los interesados en este asunto encontrarán en mi página www.sergioaguayo.org los últimos informes sobre Azerbaiyán de Amnistía Internacional, el Departamento de Estado de los Estados Unidos, Freedom House y Transparencia Internacional. También incluí una relatoría de los hechos elaborada por el Consejo Rector Ciudadano del Bosque de Chapultepec integrado por Beatriz Bugeda, Luis Bustamante (este último salió en mayo de este año y no ha sido sustituido), José Luis Cortés, Denise Dresser, Carlos Elizondo Mayer-Serra y Mónica del Villar.
Comentarios: www.sergioaguayo.org;
Twitter: @sergioaguayo;
Facebook: SergioAguayoQuezada
Colaboró Paulina Arriaga Carrasco.
Leído en: http://www.noroeste.com.mx/opinion.php?id_seccion=104
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