miércoles, 11 de septiembre de 2013

Salvador García Soto - El desfile de cabilderos

El arranque nada terso del debate sobre la Reforma Hacendaria del gobierno, que empezó con el rechazo de empresarios, las protestas de la clase media y las promesas oficiales de ampliar el gasto social y disminuir la informalidad, es apenas el comienzo de lo que será un intenso jaloneo social y político por la propuesta fiscal de Enrique Peña Nieto.

Si en los medios, las redes sociales y los foros públicos se reproducen ya las dudas, exigencias y reclamos por el alza de algunos impuestos y el establecimiento de gravámenes a nuevos servicios, lo más fuerte está por venir cuando inicie la discusión en el Congreso donde no sólo se confrontarán posiciones políticas, sino que a las diferencias entre partidos, un casi seguro bloque del PRI-PRD contra el PAN, habrá que sumar las presiones que desatarán varios actores económicos afectados por la reforma que mandarán a las Cámaras a sus cabilderos, polémicos personajes con la encomienda de buscar modificar impuestos y leyes que les afectan.





Los frentes más vulnerables en este momento de la Reforma Fiscal peñista, según los cálculos que hacen en la Secretaría de Hacienda son dos; el primero, el IVA en colegiaturas de escuelas y colegios privados. El alto nivel de rechazo que está despertando en sectores de la clases media está propuesta sería una de las razones que la podrían tirar, pero sobre todo por la alta rentabilidad política que tendría para cualquier partido anular esa disposición, como ya lo han expresado el PAN, a través de su coordinador,  Luis Alberto Villareal e incluso el mismo PRI a través de su coordinador Manlio Fabio Beltrones.

El segundo tema que puede tambalearse en la propuesta fiscal es el impuesto a las bebidas azucaradas, léase refrescos y demás productos envasados que contienen azúcar o endulcorantes que dañan la salud y provocan obesidad o diabetes. Lo paradójico del asunto es que este impuesto a los refrescos es de las propuestas que más apoya la población porque lo consideran positivo para paliar los efectos nocivos de estas bebidas; sin embargo, aquí el tema por el que podría venirse abajo es el inmenso poder de la industria refresquera que ya empezó a activar su campaña de rechazo a que se le impongan nuevos impuestos a sus productos.

El poder de cabildeo de la industria refresquera -que ya comenzó con campañas en contra de empresas como Coca Cola Company- es de sobra conocido. Junto con las tabacaleras han sido las industrias que, ya en ocasiones anteriores, han logrado evitar o disminuir el establecimiento de impuestos especiales a sus productos a través de estrategias de cabildeo con congresistas y partidos mexicanos a los que en otras ocasiones ya han convencido de modificar intentos de gravámenes especiales a la industria.
Habrá que ver si en esta ocasión la propuesta gubernamental resiste la ofensiva y el cabildeo de la industria refresquera o si, como ya lo ven en Hacienda, termina siendo uno de los planteamientos “negociables” o “sacrificables” de la iniciativa de Reforma Fiscal.

Mucho tendrán que ver también las bancadas y sus partidos en el Congreso. Esa fue una de las razones por las que Peña Nieto llamó ayer a Los Pinos a la cúpula priista, incluidos sus legisladores, a los que pidió “cerrar filas” con sus reformas para evitar las presiones sociales, políticas y económicas que se vienen en temas como el Fiscal y el de la Reforma Energética. La duda es si los diputados y senadores resistirán los “cañonazos”, si es que llega a haberlos, en el desfile de cabilderos que se viene.

NOTAS INDISCRETAS…Que sí habrá grito la noche del 15 de septiembre, dijo ayer muy seguro el secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong. Al parecer las autoridades federales han arrancado a los maestros de la CNTE el compromiso de que liberarán la plaza del Zócalo a más tardar el viernes para permitir la realización de la ceremonia del grito y el desfile militar del 16 de septiembre; a cambio les habrían garantizado los pagos de sueldos pendientes en cuanto lleguen a sus estados. La duda es si el acuerdo incluye también a las facciones más radicales de la CNTE…Se baten los dados. Apostamos por Escalera.



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