Dos días después, el 19, durante una entrevista que concedió al noticiero Noticias UM de Radio Nicolita, radiodifusora de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, la senadora panista por Michoacán, Luisa María Calderón Hinojosa, quien también es hermana mayor del expresidente de México igualmente apellidado, dijo que los senadores habían recibido a una “representación del grupo autodenominado Caballeros Templarios”, que es una de las organizaciones criminales que ha contribuido a destrozar a Michoacán.
De acuerdo a un reporte de la agencia Quadratín, la senadora que también es conocida como Cocoa Calderón, dijo que “Alguien los metió al Congreso y se nos pidió a los senadores michoacanos que los atendiéramos junto con la Comisión de Seguridad. Los recibimos y escuchamos, pero cuando escuchamos sus nombres, pues no los volvimos a recibir”. Añadió que “si el otro día recibimos a los templarios en el Senado, no veo por qué no reunirnos con sus oponentes que piden a gritos respeto por la vida”.
Lo dicho por la exprimera hermana del país armó un revuelo, primero en el Senado y después en los medios de comunicación. Cocoa Calderón reiteró, el 21 de noviembre, que ella pidió que no se llevara a cabo el encuentro, autorizado por el presidente priísta de la mesa directiva del Senado, Raúl Cervantes. Sin embargo, esta última afirmación va en contra de lo que ella misma le dijo días antes a Noticias UM, cuando aseguró que “los recibimos y escuchamos, pero cuando escuchamos sus nombres, pues no los volvimos a recibir”.
Al comentar las declaraciones de Cocoa, tanto Cervantes como el coordinador de los senadores del PRI, Emilio Gamboa Patrón, coincidieron en opinar que ella debería presentar la denuncia ante las autoridades correspondientes, la PGR por ejemplo, en caso de que tuviera pruebas de que uno o más de los representantes del Movimiento Paz y Dignidad por Michoacán son Caballeros Templarios.
Hasta anoche la senadora Calderón no había presentado denuncia alguna al respecto. Es más, al ser cuestionada al respecto el domingo pasado sólo dio respuestas sarcásticas a los reporteros que la entrevistaron. Por ejemplo:
Pregunta: “¿Por qué en el momento en que se enteró y tuvo conocimiento de los Templarios no lo dio a conocer a la autoridad competente?”
Respuesta: "Bueno, el presidente de la comisión estaba ahí y yo le dije. El comentó que avisaría a Gobernación".
Pregunta: “¿Algunas de las personas que fueron señaladas en Michoacán dicen: "No, no somos Templarios , somos empresarios". ¿Usted qué piensa de esa posición?”
Respuesta: "¡Ay. Chicos!".
Yo le preguntaría a Luisa María: si ella sabe que algunos de los que participaron en la reunión del 17 de noviembre son Caballeros Templarios, ¿por qué no los denunció antes ante la PGR o la PGJ de Michoacán?, ¿por qué los acusó en un programa de radio?, ¿por qué no ha presentado prueba alguna que le de sustento a sus acusaciones?
También la preguntaría si lo que pretende es imitar a su hermano Felipe, quien como presidente permitió que 105 mil personas fueran arrestadas, que a muchas de ellas se les acusara públicamente de pertenecer a la delincuencia organizada, para que finalmente 102 mil fueran liberadas por falta de pruebas.
Parece ser que para los hermanos Luisa María y Felipe Calderón Hinojosa todos somos culpables y lo seguiremos siendo mientras no probemos lo contrario. Todos, menos ellos, evidentemente.
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Leído en http://criteriohidalgo.com/notas.asp?id=206632
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