Sota, Cocoa, Pemex, en la mira de Peña
En política no hay coincidencias, y las palabras de Felipe Calderón desde Harvard son una crítica severa y directa al gobierno de Peña Nieto.
Alertar que las organizaciones criminales “se están apoderando de las instituciones” es advertir, nada menos, que el gobierno de Peña y el retorno del PRI han fracasado en su lucha contra el crimen organizado y su brazo más poderoso: el narcotráfico. Es decirle al mundo que la estrategia peñista no funciona. Es avisarle a los mexicanos que las cosas han empeorado.
Es una acusación grave.
Desde Harvard, Calderón –no es la primera vez que lancetea al gobierno de Peña Nieto-, ha colocado en una posición incómoda a Los Pinos. Los nulos resultados en su lucha contra el narco son vistos con recelo desde Washington. En algunos círculos del poder estadounidenses se mantiene el temor de que el PRI pacte con los criminales. Las palabras de fuego de Calderón contribuyen a esta percepción.
Y los hechos también:
Reporta el Semanario Zeta, que dirige la periodista Adela Navarro, 17 mil 68 muertos en once meses de gobierno de Peña Nieto, con base en cifras del Secretariado Ejecutivo del SNSP.
¿Cuál será la respuesta de Peña Nieto y su equipo?
Por lo pronto, tres personajes ligados al calderonismo están en la mira del PRI: la ex vocera presidencial Alejandra Sota –la amiga más querida de Felipe, colaboradora y confidente-; su hermana, Luisa María Cocoa Calderón, así como un ex directivo de Pemex cuya identidad aún se mantiene en secreto.
Difícilmente Peña se quedará con los brazos cruzados.
Mientras, Calderón atiza el fuego…justo cuando se revela que Sota es investigada por presunto tráfico de influencias y peculado desde Los Pinos, y justo también cuando se pide el desafuero de la senadora Cocoa Calderón.
En política no hay coincidencias.
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La entrevista que Calderón le dio al periodista Hugo Ruiz Olazar, del diario paraguayo ABC, no tiene desperdicio. Es evidente que el ex Presidente conoce a fondo el tema de la inseguridad en México –“la polémica no es si se legaliza o no la droga”-, y lo explica de manera clara y hasta coloquial, dibujando en una servilleta, narra Ruiz, pero su laberinto de respuestas lleva a una conclusión: el gobierno de Peña Nieto está fracasando.
La frase es lapidaria:
“Las organizaciones criminales han adquirido tal grado de sofisticación que se están apoderando de las instituciones”.
“Se están apoderando”, dice Calderón. Tiempo presente.
Y cita una frase histórica que encierra un fondo de indolencia por parte del gobierno de Peña Nieto ante la criminalidad, reflejando un “dejar hacer, dejar pasar”:
“Cuando los nazis comenzaron a llevarse comunistas, no dije nada porque eran comunistas. Cuando comenzaron a llevarse judíos, no dije nada porque eran judíos, hasta el día en que llegaron por mí y no hubo nadie que dijera nada a mi favor…”.
“Algunos dicen: déjenlos…mientras se van apoderando de la ciudad e imponen su ley”.
Para Calderón, eso ocurre hoy en México.
Para Calderón, durante su gobierno, a los narcos “ya no los podíamos evadir más. Se tenía que poner un alto a la criminalidad. Se estaban convirtiendo en los mandamases de México”.
Según la lógica calderoniana, si hoy los criminales “se están apoderando de las instituciones” en México, luego entonces ya se convirtieron en los mandamases.
Estamos, en la praxis política, ante un ex Presidente enjuiciando a su sucesor. Como en los viejos tiempos.
Porque los dardos de Calderón vienen de tiempo atrás.
Sobre Michoacán, su tierra, Calderón alecciona a Peña Nieto vía Twitter: “Gobierno federal debe evitar que PGJ de Michoacán manipule autopsia e investigación de muerte de alcalde de Sta. Ana Maya y atraer el caso”.
Sobre economía, Calderón ha corregido la plana, de manera indirecta, al gobierno de Peña, que le atribuye a la desaceleración económica en EU el nulo crecimiento que registra México: “Sigue fuerte crecimiento en EU: la economía estadounidense se expandió a una tasa anual de 2.8% en el 3er trimestre”.
Y hasta sobre fútbol, respecto a la desastrosa actuación del TRI en la eliminatoria mundialista: “Recibí a la selección nacional como campeona del Mundial Sub 17; medalla de oro en los Panamericanos; medalla de oro en Olímpicos. ¿Qué pasó?
Calderón tiene derecho de opinar. Eso ni duda.
El punto es si lo entienden así en Los Pinos.
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En política no hay coincidencias.
Felipe Calderón enviando misiles desde Harvard con dirección a Constituyentes, y en México tres cercanos al ex Presidente están en apuros.
1) Alejandra Sota, a quien Felipe adora y procura, está en la mira del gobierno: ha trascendido que la ex vocera presidencial es investigada por la Secretaría de la Función Pública (SFP) por presuntamente haber favorecido a amigos y ex compañeros del ITAM en el otorgamiento de contratos desde la casa presidencial. Presuntos peculado y tráfico de influencias. “Que se actúe conforme a estricto apego a derecho y con imparcialidad”, pide el líder nacional del PAN, Gustavo Madero. ¡No me ayudes, compadre!, dirían los calderonistas a Madero, su rival político dentro del PAN.
2) La senadora Calderón denunció que integrantes de los “Caballeros Templarios” habían visitado el Senado. Empero, la Asociación Michoacanos, Paz y Dignidad, se sintió aludida porque, efectivamente, sus dirigentes estuvieron en la sede senatorial, pero dicen no ser “Templarios”. Tito Emigdio Fernández, presidente de la AMPD, anunció que se exigirá el desafuero de la senadora panista. La Mesa Directiva interpuso demanda ante la PGR para que se investiguen los hechos. Es decir: el caso ya está en manos de Murillo Karam.
3) La revista Proceso publicó la semana pasada que el gobierno de Peña Nieto investigará la corrupción panista en Pemex. “El primer día de su sexenio, el gobierno de Enrique Peña Nieto emprendió una investigación confidencial contra un oscuro miembro del PAN que fue directivo de Petróleos Mexicanos. La indagatoria, a la que Proceso pudo acceder, no sólo sugiere que un alto ejecutivo de la paraestatal se enriqueció ilegalmente: es caso particular que, sin embargo, salpica al calderonismo, al mostrar su círculo de compadrazgos e impunidades…”, escribió J. Jesús Esquivel. Van contra el Pemex de Calderón.
La respuesta de Los Pinos parece inevitable, aunque en mucho dependerá de un factor clave: primero que se apruebe la Reforma Energética. Después, cómo la quieran.
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No sería nuevo un enfrentamiento entre el ex Presidente y su sucesor. Batallas se han visto: Díaz Ordaz vs Echeverría; López Portillo vs Echeverría; Salinas vs Zedillo. Líos de priistas.
Pero ahora estamos en el umbral de una batalla inédita: panista contra priista.
De poder a poder.
Twitter: @_martinmoreno
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