Según las enseñanzas del Buda, la vida, al igual que la energía, no puede crearse ni destruirse, y lo que parece la muerte es sencillamente el proceso de decadencia y renovación que lo rige todo. Así pues, la filosofía budista anticipa casi tres mil años las leyes de la conservación de la energía y la materia, que afirman que ni la energía ni la materia se pierden nunca, sino que cambian de forma, (por ejemplo, la energía eléctrica que pasa por un foco se convierte en luz y calor). Nichiren, sacerdote budista japonés (1222-1282) enseñaba que la vida y la muerte son aspectos alternativos de nuestra propia personalidad, tal como lo expresa la ley de Nam-myojo-remgue-kyo.
Dicho de otra manera, todas las cosas que se manifiestan físicamente en la vida se recluyen a un estado latente tras su extinción o muerte. El budismo distingue entre la realidad física y el estado de latencia en el que la vida sigue existiendo oculta. El filósofo japonés Daisaku Ikeda (1928), presidente de la Soka Gakkai Internacional (SGI), afirma: "Según la visión budista, la vida es eterna. Se cree que atraviesa sucesivas encarnaciones, así que la muerte no se considera tanto el cese de una existencia como el principio de una nueva. Para los budistas el fenómeno de la transmigración es obvio: la vida es eterna y cada ser vivo está sometido a un ciclo continuo de nacimiento y muerte. Recientes investigaciones científicas en los campos de la medicina y la parapsicología tienden a corroborar esta idea. Dichas investigaciones incluyen estudios de "experiencias cercanas a la muerte" y "experiencias de vidas pasadas".
Mientras que la recuperación de la perspectiva filosófica orientada hacia la vida eterna puede parecer idealista, un simple bálsamo emocional para nuestro pavor existencial, en realidad es el modo más razonable y realista de ver la cuestión. Sin muerte no habría vida, tal como se expresa en el Sutra del Loto.
Para entender la muerte desde la perspectiva budista hay que hurgar y estudiar lo que se denomina "Los nueve niveles de conciencia"… (continuará).
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