lunes, 5 de noviembre de 2012

Gral. Roberto Badillo Martínez - La Gloria, municipio de Sinaloa (I)


La situación actual que vivimos en México en 2011 de desestabilización, confusión, violencia, división política, degradación, casi total en la aplicación de justicia, muerte de jóvenes --más de 60 mil-- más miles de desaparecidos y cientos de no identificados y abandono masivo de ciudades y zonas rurales, todo ello a pesar de la "ayuda" de Estados Unidos a través de la iniciativa Mérida, se inicia en los años 20 del siglo XX.
Estados Unidos ha comenzado a tomar el mando del mundo, ya que después de la Primera Guerra Mundial, Europa sufrió una sangría de 10 millones de jóvenes muertos y 25 millones de heridos o lisiados con daños permanentes y quedó exhausta de guerras y destrucción.
El 24 de diciembre de 1913, el objetivo de los banqueros mundiales o banqueros internacionales, así llamados desde el siglo XVIII, a un grupo de financieros --llegados a las colonias estadounidenses--, de establecer la Reserva Federal, ha sido logrado, aprovechándose de emitir y controlar la moneda norteamericana --el dólar--, con lo cual ha despojado al gobierno (con la complicidad de muchos de sus miembros) y al pueblo estadounidense de la facultad constitucional de que sea el Congreso de ese país, el que controle la emisión de la moneda (o sea el dólar). Esta anomalía constitucional le dio a estos banqueros un poder descomunal que penetra a los gobiernos y sus políticas guerreristas, en virtud de lo cual hace, que la maquinita de hacer billetes, no se detenga en todo el siglo XX hasta esta fecha y esté activa en la Reserva Federal, así como la fabricación de armas para provocar la guerra en todo el mundo.




Para 1914, el gobierno de Estados Unidos ha provocado guerras de despojo contra México y España, nos ha arrebatado más de 2.5 millones de kilómetros cuadrados en el norte de México. Ha arrebatado a España la Florida y además ha logrado también en perjuicio de España, la ocupación de Cuba, Puerto Rico y las Filipinas e Islas Marshall en Asia; ha logrado también la compra de Luisiana a Francia y Alaska al imperio ruso; todo lo anterior lo ha convertido en un territorio continental de más de ocho y medio millones de kilómetros cuadrados; ha llevado su régimen militarista a intervenir no sólo a Europa, sino a partes de Asia, como en China donde un régimen corrupto, ineficiente y mediocre, muy parecido al del México actual, ha permitido que la guerra del opio impuesta por el imperio inglés entronice en su territorio a varios ejércitos occidentales.
Estados Unidos a principios del siglo XX, concretamente al finalizar la Segunda Guerra Mundial, es ya un poder que supera su ámbito americano y pugna por intervenciones militares en otros continentes. Atrás de este gobierno se encuentra la Reserva Federal, poder inconstitucional (aunque haya sido aprobado por el Congreso), que sólo espera que lleguen las intervenciones militares de Estados Unidos en todo el mundo para tener permanentemente echada a andar la maquinita de hacer dólares, con lo cual tiene doble ganancia: gana con la emisión de los dólares, porque los vende al gobierno de Estados Unidos y gana con la producción de armamentos, pues esta industria poderosa reparte dividendos desde los pedidos hasta la entrega del producto.
Negocio redondo para la Reserva Federal. ¿Qué valor tienen los soldados que morirán en esas guerras o intervenciones militares para la Reserva Federal? Ninguno, pues son de pueblos de color negro, achocolatado o de bronce, en su mayor parte. Los blancos que participarán serán de pueblos europeos que manipulados hábilmente, se presentarán a sus pueblos de origen europeo como libertadores.
Así que después del auge económico de los años 20, bien preparado por los banqueros por medio de la emisión del crédito y el control bursátil, la desinformación gubernamental y el rumor popular, llega lo que se llamó La Gran Depresión, que en realidad fue el gran robo de esos banqueros del oro de los estadounidenses y de otros países, en complicidad con Franklin Delano Roosevelt, quien con leyes y decretos, obligó a los ciudadanos a vender a un precio fijado por el gobierno (que después se multiplicó), el oro que estaba debajo de sus colchones, a los banqueros de la Reserva Federal.
Después de la Gran Depresión, los banqueros de la Reserva Federal y el gobierno de Estados Unidos estaban listos para participar activamente en la Segunda Guerra Mundial para administrar la riqueza derivada a su favor como la única potencia hegemónica universal.
En esta parte de la historia del siglo XX es donde entra en forma protagónica el municipio de La Gloria, Sinaloa, y otras ciudades de ese estado y otros muchos municipios de otros estados de la República. En efecto, la gran guerra que llevará al frente a millones de soldados, requerirá el consumo de drogas tanto para uso de los combatientes como para empleo medicinal en varias formas y aquí es donde el municipio de La Gloria, como muchos otros en estados productores de drogas, como amapola y mariguana, entra en escena.
La Gloria, como casi todas las ciudades de Sinaloa en la Sierra Madre Occidental, tiene su historia de narcotraficantes. Contaré una de ellas que me fue narrada por allá.
El pueblo es hermoso, su palacio municipal, su iglesia, sus casas solariegas alrededor del parque municipal. Su gente campirana y al mismo tiempo educada, es sencilla, agradecida, dispuesta, inteligente e incluso en la población de la Sierra, se notan esas características. La mayoría de la gente es blanca, originarios de la gran inmigración española de los siglos XVII, XVIII y XIX. Hombres y mujeres tienen carácter emprendedor, son orgullosamente mexicanos a pesar de la lejanía de la capital del país, con todo lo que ello ha significado...

robertobadillomartinez@hotmail.com


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