miércoles, 14 de noviembre de 2012

Raymundo Riva Palacio - Alfiles en conflicto


  • La vieja política priísta era como la de la desaparecida Unión Soviética: los símbolos lo decían todo. Para ver quién ascendía en la nomenklatura soviética, había que ver en qué sitio aparecía en el presídium durante el desfile de la Revolución. Para ver quién estaba cerca del Presidente de México, bastaba ver quién estaba cerca en los presídiums y escuchar los mensajes cifrados que transmitía. Enrique Peña Nieto aún no llega a Los Pinos, pero como alumno de aquella escuela, la semiótica es parte de sus herramientas políticas.
    A dos semanas de anunciar su gabinete, ya dio señales de quiénes serán sus principales colaboradores. Desde hace casi un mes, a su excoordinador de campaña Luis Videgaray, lo responsabilizó únicamente de los asuntos financieros. Sólo de ello habla con los gobernadores para revisar sus necesidades presupuestales, y sólo de esos temas discute en público. En un reciente encuentro con ellos, dijo uno tras la reunión que no hablaron de ningún tema relacionado con gobernabilidad. Sobre la gobernanza, la ventanilla que les puso Peña Nieto es la de Miguel Ángel Osorio Chong.



    Osorio Chong, amigo de Peña Nieto desde que coincidieron como gobernadores en el estado de México e Hidalgo y compartieron estrategias y planes, fue el vocero designado para que este lunes, después de que Peña Nieto ratificó lo anunciado días antes por Videgaray sobre la reforma a la administración pública, confirmó lo que es sabido desde hace una semana, que desaparecería la Secretaría de Seguridad Pública y que sería integrada a Gobernación. Caerá dentro de las responsabilidades que ya le ha trasladado el Presidente electo, al dejar claro que la política interna será su encomienda.
    Peña Nieto ya mostró sus alfiles: Videgaray a Hacienda y Osorio Chong a Gobernación. A ambos beneficiará la reforma a la administración pública y concentrará el poder en ellos. Videgaray, que de haberse quedado en la Presidencia como jefe de Oficina sería poderoso pero no tendría el poder, tendrá en sus manos el corazón de un gobierno, que es el manejo presupuestal, y el control del gabinete económico reagrupado con responsabilidad en temas que de fondo son políticos y proveen enorme proyección, como las reformas en telecomunicaciones y la apertura de nuevas cadenas de televisión.
    La fuerza política de Videgaray no se verá en público, sino intramuros. En la arena pública la fortaleza se concentrará en Osorio Chong, quien será un superpoderoso secretario de Gobernación que, además de mantener la relación política con todas las llamadas fuerzas vivas, tendrá bajo su mando al servicio de inteligencia político —el Cisen—, y una de las herramientas tecnológicas más avanzadas y sofisticadas del mundo, Plataforma México. Con ellas dos, Osorio Chong tendrá ojos y oídos en todo el país, además de una policía federal (35 mil elementos) y una gendarmería (con 40 mil más), con las que tratará de cumplir la promesa de Peña Nieto de pacificar el país y reducir la violencia.
    Los dos tienen desafíos inmediatos. ¿Cómo apaciguar el país sin que la percepción sea el que el gobierno de Peña Nieto negoció con los jefes del narcotráfico tranquilidad social por tranquilidad para sus negocios? ¿Cómo enfrentar los ajustes fiscales que hará EU, de quien somos dependientes, sin que se altere la economía mexicana y el ansiado crecimiento no se convierta en crisis? Uno de los dos podría caer del pedestal en el que se encuentran si fallan; o los dos incluso. Pero si salen airosos de esos retos, entonces vendrá uno nuevo: la lucha entre ellos. Podrá parecer que es muy pronto plantear el choque entre delfines. Pero no lo es. Existe desde la campaña y dos alfiles tan poderosos, en competencia natural por la herencia, tiene destinos: la caída de uno de ellos —como sucedió con Javier García Paniagua ante Miguel de la Madrid en 1981—, o la caída de los dos —como le sucedió a Julio Rodolfo Moctezuma y Carlos Tello Macías en 1977—.  De ellos dependerá que ese destino, como piezas desechables en el camino, se modifique. De eso nadie debe tener duda, aunque falte tanto tiempo.
    rrivapalacio@ejecentral.com.mx
    twitter: @rivapa

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