martes, 27 de agosto de 2013

Marco Antonio Martínez - Retrato: ¿Quién es realmente Vicente Fox? I y II

PRIMERA  PARTE

Ciudad de México, 26 de agosto (SinEmbargo).– ¿Quién es Vicente Fox Quesada? Es el hombre que nació hace 71 años; que estudió en la Universidad Iberoamericana y tardó 35 años en titularse en Administración de Empresas. Es el ex gerente de la Coca Cola que entró a la política inspirado en el ex candidato del Partido Acción Nacional (PAN) a la presidencia, Manuel J. Clouthier, “Maquío”, y también porque estaba agobiado por sus problemas económicos. 

Es el ex Diputado federal panista que se burló de las orejas del entonces Presidente Carlos Salinas de Gortari, y para imitarlas se puso unas boletas electorales a la altura de las suyas, que hacían alusión al fraude electoral con el que se supone ganó el priísta la elección de 1988. 





Fox es el que le gritaba a su compañero de partido Carlos Medina Plascencia cuando este era Alcalde de León, Guanajuato y le manoteaba, según recuerda Ernesto Ruffo. Es el que en 1991 contendió a la gubernatura de Guanajuato y exigió se le reconociera su triunfo y obtuvo en respuesta la imposición de un mandatario estatal interino, Medina Plascencia. 

Es el que ganó, por fin, la elección por la gubernatura en 1995 y de ahí, desde ese cargo público, construyó su candidatura a la Presidencia de la República. Es el que años después parecía irreconocible para algunos periodistas, que lo conocieron desde el fraude de Guanajuato, ranchero y barbón, y que no lo veían con tamaños ni preparación para contender por la presidencia. Es el mismo que impuso su candidatura al PAN.

El que se refería a los priistas como “víboras prietas y tepocatas”, a las que prometía aplastaría con sus botas vaqueras y sacaría de Los Pinos. Es el mismo que prometió que de llegar a la Presidencia todos los mexicanos tendrían su changarro y su vochito y que habría un crecimiento de 7% al año de la economía mexicana. Es el mismo que para descalificar al candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Francisco Labastida Ochoa lo llamó “chaparrito, mariquita y mandilón”. 

Fox es el que ganó la elección presidencial el 2 de julio de 2000 y sí, sacó al PRI de los Pinos, el mero día de su cumpleaños. Es el que triunfó apoyado en una estructura financiera, Amigos de Fox, de dudosos métodos legales para reunir recursos. Es el mismo que el día de su toma de posesión acudió antes de recibir la banda presidencial a la Basílica de Guadalupe a dar gracias, y luego antes de tomar protesta como Presidente besó un crucifijo, sin pudor alguno aunque se fuera a convertir en el jefe de un Estado laico. 

Es el que desde campaña y en la Presidencia prometió resolver el conflicto del levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en 15 minutos y no resolvió nada. Es el mismo que entre sus primeras medidas luego de tomar posesión como titular del Ejecutivo ordenó comprar toallas con valor de cuatro mil pesos. 

Es el mismo que se casó en 2001 con su ex coordinadora de agenda durante su campaña presidencial, Marta Sahagún, y que en octubre de ese año visitó al Papa Juan Pablo II mientras ella esperaba en otro salón, por disposición papal ya que Sahagún era una mujer divorciada. Fue la visita donde Fox como Presidente de México se postró ante el líder católico y le besó su anillo. 

Es el mismo sobre quien se rumoraba tenía episodios depresivos y para combatirlos tomaba Prozac. Es también quien le abrió la puerta de Los Pinos a la lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, hoy apresada por lavado de dinero, a cambio de que ella como coordinadora de los diputados federales priístas le ayudara a cabildear su reforma fiscal que acabó en el bote de la basura, y cuyo liderazgo entonces iba en declive pero a quien el guanajuatense dio oxígeno. 

El mismo que dejó de regañar y deponer a los gobernadores, que de entonces a la fecha se han convertido en virreyes de sus estados. Se trata de la misma persona que dijo que junto con Marta Sahagún formaban la pareja presidencial aunque a ella nadie la hubiera elegido. Se trata del mismo que alentó las aspiraciones presidenciales de su esposa y que en contraparte buscó torpedear la candidatura del tabasqueño Andrés Manuel López Obrador. 

Se trata del mismo que regañó a su Secretario de Energía, Felipe Calderón, por usar su cargo para hacerse promoción con miras a buscar la Presidencia, aunque él haya hecho lo mismo desde su gobierno de Guanajuato. Es la misma persona en cuya administración escapó de la cárcel el mayor narcotraficante mexicano de todos los tiempos, Joaquín “El Chapo” Guzmán, y quien desde entonces no ha sido reapresado. 

Es el mismo gobernante que fracasó en su intentona de convertir Atenco en un gran aeropuerto internacional y a cuyos ejidatarios su gobierno les ofreció pagarles una miseria por sus tierras que serían transformadas en un gran negocio. Es también quien permitió abusos de los hijos de su esposa, y que ella aceptara donaciones como joyas y vestidos a cambio de cabildeos para empresarios, según se ha escrito en distintos libros. 

Es el mismo que apenas y volteaba a ver a su partido, Acción Nacional, el mismo que a regañadientes pero lo apoyó para alcanzar la presidencia. Se trata del mismo Presidente de México que puso en riesgo la elección presidencial de 2006 con su intervencionismo, de acuerdo con el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. 

Es el mismo gobernante que fue incapaz de presentar su sexto y último informe y cuyos últimos tres meses de gobierno fueron un caos. 

Es el que siendo ex Presidente intentó quedarse con un vehículo Jeep rojo Furia que le había regalado un empresario cuando era Presidente, que Fox nunca reportó en su declaración patrimonial y que luego de revelarse que no tenía derecho a adueñárselo, lo devolvió de mala gana. 

Es el mismo que no guardó la antigua máxima para los ex presidentes priístas, al fin él era panista, la de quedarse callados. 

Se trata de quien resentido, como muchos otros, se dedicó a criticar la estrategia militar de Felipe Calderón contra el narcotráfico, olvidando el crecimiento registrado que este fenómeno tuvo en su gobierno. 

Es el mismo que aunque critique al PAN ofrece cursos de marketing electoral para militantes de ese partido en su rancho, desvencijado antes de que llegara a la Presidencia y ahora hasta con lago artificial. Es el mismo que durante el proceso electoral del año pasado le dio la espalda a su partido y pidió votar por el candidato a la Presidencia del PRI, Enrique Peña Nieto. Es el mismo que como empresario que vendía brócoli congelado, ahora busca legalizar la marihuana. 

Es el Presidente que provoca las burlas por ello y porque cree, de verdad, que ha sido el mejor Presidente de la historia, mejor que Benito Juárez.


GROSERO, OCURRENTE, PROTAGÓNICO… 

Durante su campaña a la presidencia, era común ver a Vicente Fox sonriendo a todos los que saludaba en sus mítines, tomándose fotos con niños a los que solía cargar y con quienes lucía radiante y a quien ellos abrazaban como si conocieran de toda la vida. 

Pero apenas terminaba sus eventos, se subía a su camioneta y despotricaba contra quien le hacía su agenda, que en muchas ocasiones era su ahora esposa Marta Sahagún. 

Fox explotaba y a gritos soltaba sus “¿quién chingados me agendó este evento con esta gente?”, sobre todo cuando los eventos reunían a pocas personas o los líderes que lo recibían tenían poca relevancia. 

Se transformaba. Costaba trabajo creer que la persona sonriente, carismática, cercana que era el candidato, como persona maltratara a Marta, dijera que eran eventos sin importancia, pero sobre todo que parecieran no importarle. 

Lino Korrodi cuenta como maltrataba a Marta en la campaña, y cómo cuando se casó su hija en el salón de fiestas Casino de Chihuahua, agendaron un evento en el estado norteño, para aprovechar la estancia y acudir a la boda. 

Siendo amigos desde la juventud, Korrodi lo invitó y de paso hizo lo mismo con Marta. Cuando llegaron al salón, luego de un acto de campaña, al subir las escaleras, Fox se percató que su vocera también iba (había llegado en otra camioneta) y le preguntó “¿Tú que haces aquí?”. 

Korrodi se adelantó al momento incómodo que la grosería del guanajuatense significaba para Marta, y le explicó: “Yo la invité”. 

Fox dijo entonces, aliviado: “ah bueno, entonces tú la atiendes”. 

Ese era Fox. 


EL REBELDE 

Darío Mendoza recuerda el último día en Los Pinos, el 30 de noviembre de 2006. Había acompañado a Fox desde que era Gobernador de Guanajuato, como su redactor de discursos, y en la Presidencia en el área de análisis, luego de que en marzo de 2001, a cuatro meses de llegar a la convertirse en Presidente, decidió mandarlo a otra área y ya no usarlo para los discursos, a pesar de los años que habían trabajado juntos. Era uno de los rasgos de Fox, olvidar a quienes se la habían jugado por él. Mendoza siguió en Los Pinos, pero ya no tan cerca. 

En la comida de despedida, la última del sexenio foxista, en su turno para hablar Mendoza les pidió a Fox y a Marta Sahagún que en cuanto dejaran la Presidencia se quedaran callados y entonces pasarían a la historia. 

La reacción de la entonces pareja presidencial y de los demás comensales fueron unas sonrisas falsas y unos tibios aplausos, más de compromiso. 

“Obviamente no lo hicieron”, observa. 

Pero a él le quedó la satisfacción de decirles parte de lo que pensaba. 

Darío Mendoza trabajó con Carlos Medina Plascencia como redactor de discursos, con quien el contenido de los mensajes era cuadrado, más plano, más de acuerdo con el perfil de ingeniero. 

Cuando Fox llegó a la gubernatura de Guanajuato tuvo la oportunidad de comenzar a hacer discursos con frases más coloquiales, más del estilo ranchero del guanajuatense. 

Mendoza lo acompañó durante los cuatro años que estuvo en la gubernatura, y posteriormente durante la campaña. 

Cuando Fox ganó la elección presidencial, lo hizo acompañado de un hombre que vivía prácticamente pegado al candidato, Felipe Zavala, su secretario particular que lo acompañaba desde Guanajuato. 

Pero cuando Fox ganó la elección y llegó a la presidencia, se deshizo de él y Zavala quedó fuera del proyecto. 

Un rasgo muy típico de Fox, deshacerse de las personas cuando ya no le sirven. Por eso es un solitario, afirma Mendoza. Él mismo dejó de redactarle los discursos cuando llegó a la Presidencia y a los cuatro meses de iniciada la Presidencia fue transferido al área de análisis. 

Mendoza señala que por eso Fox está solo, él hace las puntadas, el responde a las críticas, él defiende sus ideas. 

“Si te das cuenta no hay foxismo”, dice en entrevista para SinEmbargo. “No hay grupo”, añade. “Algunos se lo adjudican, como Jorge Castañeda o Rubén Aguilar, pero Fox camina solo”, observa. Incluso, no duda que sus ocurrencias, como la de declarar que fue mejor Presidente que Benito Juárez, la planeó sin comentársela a su esposa. 

Mendoza destaca otro rasgo de Fox que considera además de muy mexicano: no se hace cargo de sus responsabilidades. Aplica su propia frase usada durante el conflicto entre Canal 40 y TV Azteca, cuando guaruras de la televisora del Ajusco usaron la fuerza para desalojar las instalaciones del Cerro del Chiquihuite a la gente de Javier Moreno Valle, copropietaria del Canal junto con TV Azteca. 

La respuesta de Fox ante este conflicto y su posible papel para resolverlo fue “¿Y yo por qué?”, que se volvió un clásico entre sus dichos. 

Mendoza afirma que a Fox no le gustaba la responsabilidad ni que se la achacaran. En 2003 cuando el PAN descendió en las preferencias electorales de los comicios federales Fox no aceptó tener culpa alguna del desplome electoral. “A mí no me votaron”, supo que dijo. 

El ex integrante del área de Análisis no duda en que detrás del empoderamiento de la esposa de Fox, Marta Sahagún, estaba la intención del entonces Presidente de usarla para que a ella le echaran la culpa de las decisiones presidenciales. 

Cree que de hecho él le pedía a Marta que no se podían hacer ciertas cosas, y cuando los colaboradores se quejaban de lo que Marta les había dicho, él le echaba la culpa a ella, cuando lo más probable es que la decisión la hubiera tomado él, pero era incapaz de dar la cara. 

Fox era feliz siendo candidato, soltando sus ocurrencias, pero no tomando decisiones. Por eso cuando pasó el proceso electoral de 2006 se sintió más libre y le dijo a una televisora estadounidense que ya podía hacer lo que quería. 

“Ya hoy hablo libre; ya hablo cualquier tontería, ya no importa ya. Total, ya me voy”. Dijo. Así era Fox. 

Pero también hay un lado frío, ve por su parte la periodista Olga Wornat, autora de dos libros sobre la presidencia de Fox: “La jefa” y “Crónicas malditas”. 

De ahí que no haya foxismo, de ahí la dureza con la que actuó contra la periodista argentina, demandada por Sahagún, e insultada repetidamente por Fox, luego de la publicación del libro. 

“Carece de códigos, no tiene amigos, sus hijos tienen problemas de relación con él –según le contaron– y lo único que le importa es salir en los medios y que se genere polémica. Mala o buena, no importa. Lo único que importa es que hablen de él. Un pobre hombre…”, comparte Wornat con SinEmbargo. 

Mendoza señala que él se decepcionó de la presidencia de Fox cuando en 2004 falleció en un accidente aéreo el Secretario de Seguridad Pública, Ramón Martín Huerta. 

Fue la confirmación de su desapego por los amigos. 

En lugar de ir a fondo en las investigaciones, aclarar la muerte de su amigo, había la sospecha de que podía tratarse de un atentado, cerró la información, dice aún con coraje Mendoza.

EL INGRATO 

“Fox no ha sido generoso con sus amigos al acceder al poder si consideramos que en parte es, gracias a ellos, que está donde está. 

“La concepción de Fox sobre la amistad consiste en buscar su beneficio sin atender a la subsiguiente correspondencia”, escribió Lino Korrodi en su libro “Me la jugué”. 

El libro expone su versión sobre lo que fue Amigos de Fox y busca demostrar que la estructura financiera que apoyó la candidatura presidencial de Fox en 2000 era legal y en todo caso tanto él como la dirigencia del PAN estaban enterados de su funcionamiento. 

Pero Fox dejó morir solo a su amigo, como se dice coloquialmente. 

“Fox permitió y no tengo duda que él empujó muchas de las cosas para la persecución que iban en contra mía y de mi familia y algunos Amigos de fox, porque incluso ha tenido la brutalidad él de hablar mal de mí”, dice Korrodi, quien trabajó en Coca Cola bajo las órdenes de Fox, pero luego se convirtió en empresario y ayudó en algunas ocasiones al guanajuatense a salir del hoyo económico. 

A 10 años de la publicación del libro, Korrodi reconoce que los defectos que enlista los tuvo enfrente mucho tiempo, ya que él y Fox fueron amigos desde que eran jóvenes, pero ahora se han profundizado. Percibe que Fox antes tenía más valores. 

–¿Tenía valores? 

Fox era un cuate terriblemente egoísta. Te estoy dando la explicación después de. En ese momento veías su convivencia en familia, su mamá, su papá, te ibas a convivir con ellos, era un cuate de mucha plática, de trato, aunque el papá le decía delante de mí y de José Luis González (otro Amigo de Fox)): ‘oye, así como estás de grandote eres bien tonto’. Porque él lo conocía más que nosotros, quiero suponer eso, pero esa forma de ser de Fox, empático, de jalar a la gente, de liderazgo obviamente decíamos ‘este cuate tiene valores, está convencido, vivió desde chiquito en el rancho, convivió con la pobreza, lo que te está diciendo es congruente con que va a acabar con la pobreza’. Mi reflexión, no porque esté enojado con él, yo ya perdoné a Marta y a toda la bola de mugrosos que le hicieron daño a Amigos de Fox, simplemente porque es la personalidad que finalmente empiezas a ver ante una realidad distinta, diferente, empiezas a tener claridad del verdadero Fox que había escondido y que él no sacaba y escondía para manejar, transmitir narcisistamente”, dice el ex amigo de Fox. 

Narcisismo, protagonismo, ganas de estar en los medios, y la contraparte, la envidia porque otro ocupe las primeras planas. 

De ahí nació el conflicto con Andrés Manuel López Obrador, el entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, quien como Fox irradiaba carisma, considera Mendoza. Mientras Fox se ganó a la opinión pública con su antipriísmo, del cual ya no queda nada, con su imagen popular, botas, hebilla con su nombre, su simpatía y bonhomía, el tabasqueño se la echó a la bolsa con su gallito que lo despertaba para informar de sus actividades y sus políticas a las 6 de la mañana, con lo que dijera su dedito, acto con el que fijaba la agenda política con sus programas calificados de “populistas”, como el apoyo económico a personas de la tercera edad, que ahora distintos gobiernos copian sin pudor. 

Para Mendoza, la animadversión de Fox por López Obrador no era sino una muestra de que su egocentrismo estaba dañado. ¿Cómo podía ser más popular López Obrador? 

Fox se empeñó en sembrar de obstáculos el camino a la candidatura presidencial que el Jefe de Gobierno tenía contemplado. Por eso intentó desaforarlo, apoyado con el PAN. 

Korrodi recuerda cómo empresarios amigos suyos le decían que dejara ese enfrentamiento de lado, y en una de las veces que le reclamó por su proceder por el caso Amigos de Fox, tuvo la oportunidad de planteárselo. 

“La opinión de los empresarios es que le estaba engordando el caldo a López Obrador. ‘Dile a tus amigos empresarios que me van a dar la razón y me van a agradecer que lo meta a la cárcel’ cosa que no pudo tampoco”, rememora Korrodi. 

LA SALUD MENTAL 

La presión del poder puede resultar una loza difícil de soportar. Es común ver políticos encumbrados siendo unos neuróticos, y cuando dejan sus cargos, transformarse en personas amables.

La salud mental del ex Presidente Fox nunca quedó clara, lo que no significa que tenga o no un padecimiento. Simplemente la información al respecto quedó clasificada. 

Así lo recuerda el especialista en materia de acceso a la información, e integrante del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Ernesto Villanueva. 

El investigador está seguro que el guanajuatense tomaba antidepresivos cuando era titular del Poder Ejecutivo. Pero la información se la pasaron personas que tuvieron acceso a reuniones donde Fox reconocía que tomaba Prozac. Los datos oficiales al respecto nunca se los dio la Presidencia de la República, que negó proporcionarselos bajo el argumento de que era “reservada”. No supo cuántas tomaba, si estaba diagnosticado o no. 

“No hubo un diagnóstico o parte médico que nos dijera qué tomaba, cuántas tomaba. No es lo mismo que me tome un Prozac que me tome cinco. Ahí es un asunto de cantidad y de las razones por las que estaba pasando esto. Sin duda el ejercicio del poder es una situación estresante, desgastante que genera una situación de tensión grave y permanente, pero se supone que quien se mete debe saber que va a pagar un costo personal en este tipo de cuestiones. Es la responsabilidad de todo el país”. 

–¿Usted solicitó la información? 

“La declararon reservada por considerar que era confidencial, un absurdo desde el punto de vista jurídico, es un dato personal, confidencial, por tanto está clasificado como información confidencial y no tiene plazo y es permanente, fue la decisión que por cierto el IFAI confirmó porque estábamos en un proceso de conocimiento de lo que es el tema del acceso y las razones. Sin mayor argumento eso fue lo que dijeron para negarme la información, no la declararon inexistente, simplemente la clasificaron como confidencial para asegurarse que nadie pudiera conocer este tipo de datos”, lamenta Villanueva, cuya postura es que los ciudadanos tienen derecho a conocer la salud de quienes los gobiernan. 

La periodista argentina Olga Wornat revela en su libro “Crónicas malditas” que más que antidepresivos, Fox estaba entoloachado por Marta Sahagún. De acuerdo con el imaginario popular, el toloache sirve para enamorar a otra persona y dominarlo. 

“Lo del toloache era vox populi en Los Pinos. Marta lo consultaba con sus brujas y ellas le aconsejaron darle ese brebaje, que la verdad, no sé qué tan eficiente sea. 

“Es parte del folklore de aquellos años. Y Marta lo hacía para lograr que él se casara con ella y ‘tenerlo bajo su control’, comparte Wornat con SinEmbargo. 

El empresario Carlos Ahumada en su libro “Derecho de réplica”, escrito en respuesta a su detención por el caso de los videoescándalos que mostraban a René Bejarano, ex secretario particular de Andrés Manuel López Obrador, recibiendo fajos de billetes de parte del propio Ahumada, relata que tuvo la oportunidad de ver una vez a Fox. 

Lo vio el 4 de agosto de 2003, acompañado de la entonces presidenta del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Rosario Robles (hoy Secretaria de Desarrollo Social en el gobierno de Enrique Peña Nieto), quien fue a casa de Rodolfo Elizondo (entonces Secretario de Turismo con Fox) para avisarle que renunciaría al PRD y a pedirle ayuda financiera para pagar unas deudas del partido. 

Ahumada dice que vio a Fox cinco minutos, por lo que cita a Robles para describir al guanajuatense. “Tengo entendido que Rosario efectivamente le comentó que renunciaría a la presidencia del PRD y le pidió ayuda con el problema económico. El Presidente Fox le dijo que sí, pero Rosario salió de esa reunión bastante desanimada. Me comentó que el Presidente estaba como ido, siempre con una pastilla en la boca, como que no le hablaba pero parecía que no estaba ahí en la reunión. Yo mismo había notado algo parecido en los pocos minutos que lo vi”, dice Ahumada en la página 163 de su libro. 

La hija de Maquío, la ex Diputada federal panista Tatiana Clouthier sí llegó a verlo en ocasiones desorientad. 

“No sé si toloache o no, sí puedo decir que en algunos contextos decía cosas que no hilaban o no venían al caso”. 

Korrodi dice que esa doble personalidad de Fox se fue asomando conforme a los años. Él no recuerda haber visto que Fox tomara algo, pero sí era claro que podía ser amable por conveniencia, y que también era despectivo con la gente que no le interesaba en cosa de segundos y eso incluía a marta antes de que hicieran oficial su relación. 

Era una persona fría y a veces parecía fuera de la realidad. 

Lo mismo detectó Wornat cuando pudo verlo en Los Pinos mientras preparaba sus libros. 

“Tiene abruptos cambios de humor. Podía pasarse sin hablar durante días y luego regresaba a la realidad como si nada (testimonio de su ex esposa Lilian de la Concha)”, cita Wornat. 

(Lilian de la Concha fue buscada por SinEmbargo para conocer su versión, que se negó a dar “por sus hijos” que así se lo pidieron). 

“Lo vi dos veces en Los Pinos cuando fui a entrevistar a Marta y me impresionó por su frialdad y su lejanía de la realidad. Como si tuviera una doble personalidad, un falso self, como dicen los gringos”, continúa Wornat. –

¿Cómo lo recuerda? 

Exactamente lo mismo: frío como un tempano. Con una gran capacidad para evadir los problemas personales y de gobierno. Sin empatía. Hablé con la gente que colaboró íntimamente con ellos hasta el final, y a los que ni siquiera les agradeció el trabajo realizado.

EL HISTRIÓNICO 

Darío Mendoza no recuerda a Fox tomar antidepresivos, pero no descarta que luego de su operación por la caída de un caballo, ocurrida en 2001, comenzara a tomar algo. Lo que sí reconoce es que es una persona histriónica. 

Un histrionismo que le costó la posibilidad de volverse a casar por la Iglesia Católica. 

Casado por lo civil en segundas nupcias con Marta Sahagún el 2 de julio de 2001, el ex Presidente intentó casarse por lo religioso y para ello pidió la anulación al Vaticano de su boda religiosa con su primera esposa Lilian de La Concha, que le fue concedida en 2007, pero se le impidió volver a casarse por lo religioso. La Sacra Rota Romana, órgano encargado del asunto determinó que Fox presentaba “un grave trastorno de personalidad”, de acuerdo con información publicada por Reporte Índigo en 2007. 

“A primera vista es fácil darse cuenta de la tensión existente entre la persona interior, del actor y los deberes por él realizados, tanto en los negocios como en la vida política y social, donde llegó a ocupar el gobierno supremo de la República, lo cual sin lugar a dudas pudo afectar desde dentro, incluso gravemente, su manera de ser y de actuar”, de acuerdo con el documento citado por la publicación. 

Irónicamente, Fox pedía la anulación alegando que quien padecía trastornos era su ex mujer. 

La sentencia no impidió que en 2009 Fox escenificara su boda religiosa con Marta Sahagún. Contrajeron matrimonio el 9 de julio en el rancho San Cristóbal, en Guanajuato, propiedad del ex Presidente. Fue encabezada por el sacerdote Alejandro Latapí, de Los Legionarios de Cristo, orden religiosa actualmente en crisis luego de los escándalos de abusos sexuales protagonizados por su fundador, el mexicano Marcial Maciel. 

Lo curioso es que de acuerdo con el Sistema Informativo de la Arquidiocésis de México, los matrimonios celebrados fuera de alguna parroquia carecen de validez. 

Ese es Fox. 

SIEMPRE POLÉMICO 

Fox no pierde vigencia ante los medios. Sus frases y propuestas roban atención. 

Este año, primero dio a conocer que está a favor de la legalización de la producción legal de mariguana para consumo humano. Sorprendió porque durante su sexenio no se le conoció simpatía alguna por esta propuesta. 

Después en entrevista con el periodista Fernando del Collado dijo que se llevaba de calle a todos los presidentes, incluido Benito Juárez. 

Para quienes lo conocen, sólo hay protagonismo detrás de esa propuesta y esa aseveración. 

En ese sentido, sabe meterse con temas que son sensibles a la opinión pública, observa Darío Mendoza, quien dice que a Fox le gusta soltar frases sobre esos asuntos, como Juárez, que sabe es una especie de símbolo para los mexicanos 

Mendoza tampoco está de acuerdo con quienes critican a Fox por sus torpezas, él más bien ve que estas son planeadas. 

Descarta que detrás de cada paso, cada frase esté Marta Sahagún. Fox se distinguió por tener detectados los problemas que distraían, que provocan y sabe que incluso uno de ellos es su esposa. 

“Es un gran distractor, como cuando las acusaciones en contra de los Hijos de Marta estaban más fuertes, y él se sacó de la manga la demanda contra la revista Proceso”, dice Mendoza. 

“Esto que está haciendo, está desesperado de cómo llamar la atención, está desesperado porque pierde presencia mediática, va a perder poder y si pierde poder corre el riesgo de que alguien lo empiece a demandar o denunciar y tenga una bronca donde no tenga contrapesos para defenderse”, interpreta por su parte Korrodi. 

Para Tatiana Clouthier, quien sentía profunda admiración por él, Fox aún no termina de comprender que su Presidencia acabó en 2006. 

“No se ha dado cuenta que la Presidencia acabó, que dura seis años y que vuelve a ser mortal, se quedó atorado. Su oficina la hizo como réplica de la de Los Pinos. Vicente no se dio cuenta que se acabó y que emocionalmente es un trastorno”. 

En cuanto a la propuesta de la mariguana pide poner atención, porque considera que en realidad hay más personas u organismos que junto con él tienen intereses en el tema. 

El ex legislador panista Juan José Rodríguez Prats, aunque reconoce méritos en Fox, si ve cierta nostalgia del guanajuatense por el poder. 

“Sobre la mariguana, no me agrada que se meta en estos temas, esta en cierta resaca de lo que era como en Presidencia de estar en temas en los que pueda aportar algo y con eso tener acto en presencia”, observa. 

EN FRASES 

En Guanajuato gobernará Fox y no el PAN” 

Sacaré al PRI de los Pinos, los aplastaré como víboras prietas y tepocatas” 

Mi estimado Señor Labastida: A mí tal vez se me quite lo majadero, pero a ustedes lo mañosos, lo malos para gobernar y lo corruptos no se les va a quitar nunca” 

El PAN necesita mandar de vacaciones a la Doctrina y concentrarse en la organización y en la eficacia para ganar elecciones” 

Resolveré Chiapas en 15 minutos” 

¿Y yo por qué?” 

Pemex es igual a la Vírgen de Guadalupe, son símbolos que para los mexicanos deben manejarse con mucho cuidado” 

Los migrantes mexicanos hacen trabajos que ni siquiera los negros quieren hacer”

El 75 por ciento de los mexicanos tienen una lavadora y no de dos patas o de dos piernas, una lavadora metálica” 

Ya hoy hablo libre; ya hablo cualquier tontería, ya no importa ya. Total, ya me voy” 

Mi parte racional me dice que sólo un milagro hará que el PAN no pierda la presidencia”

II PARTE

Ciudad de México, 27  de agosto (SinEmbargo).– En el año 2000, enfundado en un pantalón vaquero, con la hebilla calada por el apellido y de botas vaqueras, Vicente Fox hizo campaña como candidato del Partido Acción Nacional (PAN) para sacar al Revolucionario Institucional (PRI) de Los Pinos. Con promesas de cambio, alimentado por el “voto útil” –incluso promovido desde la izquierda–, ese año logró la alternancia de p0der que acabó con 71 años de dominio priista. 

Pero 12 años después haría exactamente lo contrario. 

Le daría la espalda al PAN y a los principios democráticos que empujaron su candidatura. Llamaría a votar por Enrique Pena Nieto, candidato del PRI. 

Si entre 1999 y 2000 había contrariado a los panistas conservadores que cuestionaban su candidatura, en 2013 les dio la razón. Si su imagen del 2000 dándole una patada a un féretro con las siglas del PRI se había convertido en símbolo de una voluntad de cambio, su llamado a votar por el PRI en 2013 significó la caída de la última capa de pintura que lo disfrazaba como demócrata. 

La candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, se hundió en un tercer lugar. Los panistas lo llamaron traicionero, pero no sólo ellos: la misma izquierda y una parte de la sociedad civil le reclamó haber traicionado todos los principios que dijo defender para allegarse el poder. 

El 3 de junio del año pasado, a menos de un mes de celebrarse la elección presidencial, el ex Presidente Fox dijo: “No podemos seguir así, debemos de cerrar filas atrás de quien vaya a ganar, no sé en este momento, pero ya es claro que se perfila un ganador”. Hablaba para favorecer a Peña Nieto a costa de Vázquez Mota, quien como Secretaria de Desarrollo Social formó parte del “gabinetazo” foxista. 

El candidato presidencial del Partido de la Revolución Democrática, Andrés Manuel López Obrador, no dudó: “Fue una canallada a su partido y a su candidata”, condenó el tabasqueño, su adversario político desde que era Jefe de Gobierno del Distrito Federal. 

Aquel 3 de junio no era la primera vez que Fox mostraba que sus preferencias estaban con un partido diferente al que lo llevó al poder. En abril del mimo año veía lejano un triunfo panista y sin empacho lo expresó. 

“Mi parte racional me dice que sólo un milagro hará que el PAN no pierda la Presidencia (…). Mi deseo está con mi partido, con el PAN, con Josefina, pero me da un poco o mucho de preocupación la posición en la que estamos, que terminemos perdiendo el gobierno y perdiendo el partido, y eso me da tristeza”, dijo el 12 de abril de 2012. 

Posterior a su polémica declaración del 3 de junio, continuó su muestra de simpatías por la candidatura de Peña Nieto. A 12 días de que se celebraran las elecciones y luego de darse a conocer que en las encuestas seguía arriba el priísta, Fox remató: “Este arroz ya se coció”, dijo. Lo hizo desde una transmisión vía internet desde el Centro Fox, su centro de operaciones, donde ofrece cursos sobre campañas electorales y conferencias temáticas, lo mismo sobre el Dalai Lama que sobre la legalización de la mariguana. 

Ante las críticas, expuso su posición. “No me siento traidor”, dijo. 

“POR UNOS CUANTOS CONTRATOS” 

Entre las primeras reacciones se registró la del ex precandidato a la Presidencia, Ernesto Cordero Arroyo, quien además de calificar como una traición sus declaraciones, dejó ver que detrás del apoyo de Fox a Peña Nieto había un interés económico. 

“Son muy lamentables las declaraciones del ex Presidente Vicente Fox. Me parece que fue un actor importante en la construcción de la democracia en México, y sí, nos causa mucha tristeza el que ahora esté con esas declaraciones, y donde bueno, es muy triste que por unos cuantos contratos con los gobernadores del PRI para su centro pues ahora traicione a su partido, traicione a su candidata, a quien fue su colaboradora, ahora sí que cada quien con su conciencia y allá él”, manifestó el ex Secretario de Desarrollo Social del gobierno calderonista, el 25 de junio de 2012. 

El empresario Rogelio Sada Zambrano, quien hasta inicios de 2012 había sido panista, hasta que renunció decepcionado por el proceder de la dirigencia nacional de incluir entre sus candidatos a diputados federales al ex alcalde de Monterrey, Nuevo León, Fernando Larrazábal, se expresó en el mismo sentido. Para el ex panista, detrás de la traición de Fox estaban sus intereses económicos. 

“Es una traición a Acción Nacional y una traición a Josefina. Sería más congruente que él renuncie a Acción Nacional. Como miembro del PAN que es, me parece de una bajeza sublime… Es un acto de acomodo de sus intereses… Es muy fácil irle al que parece ser ganador, porque satisface un acomodo futuro en un equipo político y porque puede brindar beneficios de índole económica. Esta declaración de Fox responde a un interés personal malsano”, declaró a la revista Proceso en junio de ese mismo año. 

Pasada la elección del 1 de julio, día en que el PAN perdió la Presidencia de la República luego de 12 años de haberla ganado por primera vez, y que además cayó al tercer lugar en los comicios a nivel federal, la traición de Fox caló todavía más. La entonces primera dama Margarita Zavala se refirió después así a la conducta del ex Presidente.

“Yo sí lo vi como una traición a Josefina, que no se lo merecía, era alguien que había colaborado con él, a un partido que lo había apoyado, a la gente que lo había apoyado, pero también es una traición a su historia personal y desde luego a la historia nacional”, juzgó Zavala en Radio Fórmula una semana después de la derrota. 

El dirigente del PAN, Gustavo Madero, tampoco ocultó su molestia con la actitud tomada por el ex Presidente durante las elecciones. 

“Es una expresión discordante de Acción Nacional, es una expresión que no refleja el sentir de los panistas; y desconcertó y desilusionó a mucha gente que lo estimaba y que ahora se sienten muy desencantados y traicionados por esta declaración”, criticó Madero una semana después de las elecciones, y anunció que se le abriría un proceso interno. “Es un proceso, apenas se va analizar, hay contempladas sanciones distintas, desde una amonestación hasta una expulsión en caso de que se comprobara”, advirtió. 

Del proceso anunciado por Madero no se sabe qué ha pasado. Lo que sí quedó claro es que al ex Presidente Fox no le interesó refrendar su militancia panista durante el pasado proceso de refrendo convocado por su partido. Algo que militantes panistas también han tomado como una ofensa más, porque la relación con el PAN ha sido de tirantez. 

Cuando Fox ganó la presidencia, la base de su gabinete no estuvo conformada por panistas, sino por funcionarios seleccionados mediante el método de los head hunters, los cazadores de talento, una decisión que al PAN no le agradó. 

NO HAY RELACIÓN CON FOX: PAN 

Entre las filas panistas no todos ven a Fox como un apestado. Algunos tienen consideración por dos temas que consideran son un legado de su presidencia: algunas de sus políticas y la relación con el partido, que por lo menos no fue de intromisión, como hizo Felipe Calderón posteriormente. 

Para Juan José Rodríguez Prats, quien fue senador en la Presidencia de Fox, la aprobación del Seguro Popular es uno de los logros atribuibles a Fox. También el llamar a su gabinete a los mejores, a través de una selección realizada con Head Hunters. Entre los personajes que destaca de aquel gabinetazo, así le llamó Fox, están Jorge G. Castañeda, quien fue el secretario de Relaciones Exteriores; Julio Frenk, ex titular de la Secretaría de Salud y Xóchitl Gálvez, encargada de la Comisión de Desarrollo de Pueblos Indígenas. 

Pero Rodríguez Prats acepta que haber apoyado a Peña Nieto en plena campaña fue ofensivo para el PAN. 

“Jamás debió convocar el voto por Peña Nieto, lastimó al panismo incluido yo. Este afán de dar declaraciones y lo de decir que es mejor Presidente que (Benito) Juárez es absurdo; otra es no haber refrendado su militancia y por eso sí hay un sentimiento justificado”, explica. 

Otro panista que no puede hablar de mal de Fox, quien además lo trató es Arturo García Portillo, ex Secretario General del PAN durante la dirigencia de Manuel Espino, con quien Fox tuvo más cercanía de todos los dirigentes panistas con los que trató. 

“Fue una relación muy respetuosa, nunca de manera orquestada quiso apoderarse del PAN, tenía sus posturas, preferencias, pero no quiso que fuera subordinado de él con toda seguridad y honestidad. Si cuando Carlos Medina Plascencia quiso competir contra Luis Felipe Bravo (por la dirigencia, en 2002), gran parte de los funcionarios de las secretarías de Estado apoyaron a Medina Plascencia, pero no fue en términos de avasallar al partido o saltarse las reglas”, recuerda. 

García Portillo, ahora encargado de la Comisión de Elecciones panista, reconoce que dentro del partido sí hay molestia con el ex Presidente. 

“Institucionalmente no hay ninguna relación con Fox y en el ambiente hay mucha molestia ahora sobre el tema de la mariguana y el tema de lo electoral. Hay reconocimiento de su etapa y como Presidente de la alternancia y hay un deslinde de sus recientes posturas y hay una mala apreciación de él”, afirma. 

Para Rodríguez Prats, una de las razones del distanciamiento entre Fox y el PAN puede ser el maltrato al que Felipe Calderón lo sometió luego de sucederlo, como las veladas críticas que Calderón hizo al gobierno de Fox por no atender el problema del narco. “Es difícil que se lleven bien (el ex Presidente y el que le sucede), Calderón hace críticas, su sucesor las hace. Que críticas por narco, por el estilo de gobierno y si alguien como su sucesor (las hace) lastima a la vanidad. Sí lo trató mal Felipe, sí hubo falta de observar las reglas de protocolo. Sé que (Fox) se ha quejado con mucha gente de que no merecía ese trato, que Felipe le hablaba muy golpeado o le pedía que cuando llegara a Los Pinos entrara por una puerta diferente (no la principal) para que no lo vieran”, comparte Rodríguez Prats. 

Por su parte García Portillo coincide en que efectivamente el deterioro de la relación de Fox con el partido comenzó cuando se dañó la relación con Calderón y la gota que derramó el vaso fue el apoyo a Peña Nieto. 

“El asunto con una mala relación con Felipe Calderón, hubo un pacto, un acuerdo entre ellos de algunas formas correctas, ayudó a que Calderón ganara (la elección de 2006), respetó su espacio guardando mesura un buen tiempo hasta que fue interviniendo más; algunas críticas no gustaban como (las hechas a la) estrategia en seguridad, primero deterioró la relación con Calderón y luego con (el PAN) con el lamentable episodio de apoyo a Peña Nieto”.

“NO VOY” 

El germen de la traición en Vicente Fox no afloró el año pasado. 

En diferentes etapas ha sido llamado traidor, y en la lista de quienes lo acusan de serlo lo mismo están ex amigos que ex aliados políticos. 

Ahí se encuentran Lino Korrodi, creador de la estructura financiera llamada Amigos de Fox, que ayudó a obtener recursos para sostener el proyecto foxista mientras buscaba la Presidencia de la República. 

Entrevistado por SinEmbargo, recuerda cómo lo conoció desde que ambos trabajaban en la Coca Cola. La relación era de tal cercanía que acudía regularmente a su casa, en Guanajuato, donde convivía con la familia Fox, y cuando al ex gerente de la refresquera le interesó la política, Korrodi le ayudó a construir su candidatura presidencial. Fueron amigos, ya no lo son. 

Sí recuerda que cuando Fox era ejecutivo en la Coca Cola detestaba la política e incluso si tenía que hablar con algún político por cuestiones relacionadas con la empresa, le pedía a Korrodi que acudiera por él. 

Pero comenzó a interesarse cuando conoció al ex candidato panista a la Presidencia Manuel J. Clouthier, Maquío y luego con las crisis económicas recurrentes que como empresario Fox enfrentaba, ya que sus negocios de empaquetado de verduras no eran del todo exitosos, e incluso Korrodi en alguna ocasión le debió prestar para pagar la nómina de sus empleados. 

Fue así que vio como el guanajuatense se convirtió primero en diputado federal (en 1988), contendió en 1991 por la gubernatura de Guanajuato, que ante las impugnaciones del PAN no quedó en manos del priísta Ramón Aguirre, pero tampoco en las de Fox, sino en un interinato a cargo del panista y empresario Carlos Medina Plascencia. Algo que de acuerdo con Korrodi, causó que Fox le tomara coraje a Medina Plascencia. 

Luego vio como en 1995 lo volvió a intentar y ganó la gubernatura. 

Y de ahí rumbo a la Presidencia. Korrodi fue clave en la construcción de Amigos de Fox, y también vio cómo al llegar a Los Pinos Fox se transformó, y antes de cumplir dos años de su llegada al poder se dio cuenta que las expectativas de cambio no se cumplirían. 

Korrodi recuerda que hubo un momento clave, un antes y un después en el que él pudo darse cuenta que Fox no haría cambios espectaculares, no atraparía peces gordos ligados a la corrupción, no revisaría los sucesos del pasado, que dejaría botada la Comisión de la Verdad que investigaría los delitos ocurridos durante la Guerra Sucia en los años setenta. 

Sucedió en 2002 cuando en un fin de semana el grupo que comenzó a trabajar con Fox desde antes de la campaña lo acompañó a su rancho, en Guanuajato, para ver temas del gobierno federal. 

“En el 2002 el grupo chiquito que veníamos desde 1997 que éramos Rodolfo “El Negro” Elizondo (Secretario de Turismo), Jorge G. Castañeda (Secretario de Relaciones Exteriores), Adolfo Aguilar Zínser (Consejero Presidencial de Seguridad, y quien falleció en 2005), Ramón Muñoz (Jefe de la Oficina de la Presidencia), alguno que otro y Fox nos dijo ‘¿puedo invitar a Eduardo Sojo?’. Dijimos que sí, Lalo era como el escribiente que Fox siempre llevaba a las reuniones y a Santiago Creel (Secretario de Gobernación). Me fui con Creel en un avión de la Presidencia al rancho a una comida un sábado, por ahí debe estar escrito”.

Recuerda que abordaron varios temas, y uno de los que estaban contemplados era el de la Comisión de la Verdad. El empresario tamaulipeco rememora la decisión que Fox había tomado. 

“A la hora que decimos sobre la famosa Comisión de la Verdad, todo lo que tenía que ver con la corrupción, matazones y todo eso, tácitamente, concretamente de lo que se discutió, a la hora que se dijo ‘oye Fox, la Comisión de la verdad, ¿qué?’. ‘No voy’. ‘¡Ah chinga, ¿cómo que no voy?’. ‘No voy’”, reiteró Fox, asegura Korrodi. 

“Fue ahí donde Aguilar Zínser se desencantó, varios se desencantaron, pero es tan increíble pretender no desligarse del poder que tenían, como lo era Jorge Castañeda, Ramón Muñoz, “El Negro” Elizondo para tomar una postura más radical, para decirle a Fox las verdades, cosas que se dijeron pero muy poco cuando él dijo su ‘no voy’. No querían perder el privilegio de estar en el poder, ¿por qué? Por lambiscones, por barberos, por sumisos. Después de eso que íbamos con este proyecto, no había nada que hacer con Fox en la Presidencia. Todos se hicieron para atrás, ahí quedó el asunto. Ese fue el Fox que se empezó a ver con un cambio, con ya acoplarse y dejarle el poder a Marta (Sahagún) porque eso fue lo que hizo y Marta obvio que ejerció el poder como quiso y acuérdense que al gabinete le decían el “gabinete Montessori” porque todos hacían lo que querían”. 

–¿Esa reunión fue en una sala del rancho? 

En un comedor, eso era muy distinto a como conocí a Fox cuando íbamos de Coca Cola a cuando convivimos cuando era presidente electo. 

–¿Ya había arreglado el rancho? 

Ya, como presidente electo comenzó a cambiar, a arreglarlo. Yo asumo mi responsabilidad porque fui el que inicié eso y asumo mi responsabilidad. Lo hice porque las condiciones en que tenía el rancho eran tan deplorables, en lugar de una albercota tenía un estanque, no tenía un lago, en lugar de cabañas, debajo de su casa tenía dos como departamentos chiquitos donde llegábamos ‘El Bigotón’ (José Luis González, otro de sus amigos que se la jugaron por Fox) y yo. Tenía muebles rústicos tipo mexicano, no lo que tiene ahora. El otro rancho la Estancia se lo compramos entre José Luis González y yo, aunque era un rancho desértico, no tenía nada de eso. 

“Lo transformó, lo compró, lo cambió, hizo bungalows, uno para el hermano, otro para Marta, otro para no sé qué. Me estaban diciendo que tiene ganado muy fino”. 

–¿Fue Fox el empresario el que consiguió esto o lo hizo a partir de su llegada a la Presidencia?

Fox como empresario fue un fracaso, quebró los negocios, no tenía eso, lo he dicho, ya como Presidente electo y en precampaña los últimos meses en campaña presidencial, le transferíamos dinero para que pudiera mantener el rancho. Fox no tenía dinero. 

Korrodi también comenzó a ver que Fox lo dejó solo con el escándalo de Amigos de Fox. A pesar de que el entonces Presidente como candidato se benefició de la estructura financiera paralela al PAN para la campaña presidencial de la cual estaba enterado, dejó que Korrodi asumiera el costo e incluso recibiera el llamado “fuego amigo” panista, sin meter las manos por su otrora amigo. 

–¿Diría que Fox lo traicionó? 

El traicionarme a mí eso vale madre. Traicionó a mucha gente de Amigos de Fox que no tenía nada que ver con Amigos de Fox, que fue por compromisos de amistad, de relaciones muy fuertes (colaboraron) y que se la jugaron porque queríamos el cambio. Traicionó a México. Que me digan esa mamada de que hizo el Seguro Popular, éntrenle para que vean la corrupción, lo hizo precisamente para eso. El que hizo el Instituto Federal de Acceso a la Información, vean en qué está convertido el IFAI. 

MAL VISTO 

A lo largo de su sexenio hubo otro par de personajes que primero simpatizaron con Vicente Fox, formaron parte de su campaña o de su equipo de trabajo y terminaron desencantados de la actitud del guanjuatense. 

Uno de ellos fue el ex Presidente del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Jorge González Torres. 

En 1999 González Torres declinó su candidatura presidencial en favor de la de Vicente Fox, y el PAN y el PVEM firmaron una alianza que resultó clave para las aspiraciones del guanajuatense, coalición que se desintegró para la siguiente elección de 2003, cuando el PVEM acudió a las elecciones aliado del PRI. 

Una de las razones para deshacer la alianza fue que Vicente Fox incumplió con su promesa de tomar en cuenta la agenda ambientalista del PVEM y cuando el partido recibió ataques por parte de Jorge G. Castañeda y Adolfo Aguilar Zínser, explicó el líder ecologista, padre de del actual líder del PVEM, Jorge Emilio González Martínez. 

Fox aún no cumplía un año de su llegada al poder, cuando González Torres ya hablaba de una traición de parte del Presidente. 

En una entrevista dijo que lo habían apoyado porque habían creído en él y cuando falló lo “desapoyaron”. 

“Vicente Fox traicionó al PVEM, seguramente porque no nos íbamos a prestar a lo que están haciendo, la construcción del aeropuerto (en Atenco), la del muelle de Cozumel”, dijo en noviembre de 2001 al semanario Enfoque, del periódico Reforma. 

Otro de los que consideró que Fox traicionó las expectativas de cambio fue Alfonso Durazo, quien fue su secretario particular hasta el 5 de julio de 2004, cuando renunció al cargo mediante una carta. 

La razón de su renuncia era que no estaba de acuerdo con la manera en que desde la Presidencia se alimentaba o se dejaba crecer la posibilidad de que la esposa de Fox, Marta Sahagún, pudiera ser candidata presidencial. 

“Ciertamente el país ha avanzado políticamente, tanto que está preparado para que una mujer llegue a la Presidencia de la República, sin embargo, no está preparado para que el Presidente deje a su esposa de presidenta”, planteaba la misiva. 

De esta manera mostraba su desacuerdo con la “pareja presidencial” conformada por Fox y Sahagún. 

En mayo de 2006 Alfonso Durazo, ex secretario de Fox, presentó su libro “Saldos de cambio. Una crítica política de la alternancia”, y acusó al entonces presidente por la “traición al proyecto de cambio”, por anteponer los intereses de Sahagún en sus intentonas de ser candidata presidencial. 

EL ESTILO DE GOBERNAR 

Es lugar común atribuir a Vicente Fox la creación de la Ley de Acceso a la información. Es algo que incluso los panistas enojados con el ex Presidente aún le reconocen, y el PAN en general presume que en sus 12 años la ley de transparencia aprobada en 2002 fue uno de sus principales logros. 

El especialista en el tema, Ernesto Villanueva, que no es panista, difiere de esa opinión. Recuerda que en la plataforma y en el programa del partido estaba incluida la transparencia discrecional, pero no hacer una ley. Cuando la discusión se puso en marcha la discusión de una ley, Fox se resistió. Para ello el coordinador de los diputados federales panistas, Felipe Calderón, mostraba su oposición a la apertura, aunque los votos de la oposición lograron sacar avante la ley. 

“Primero los números no le daban a Fox para negarse so pena de un costo político, al final del día se aprobó la ley y el Presidente hizo de la debilidad fortaleza y realizó una gran campaña como si él hubiese sido el promotor, lo cual es mentira, se vio obligado a aceptarla porque no tenía otra opción. 

–¿El PAN también se opuso? 

Se opuso. A mí me tocó también estar en las negociaciones, si bien no participé directamente en algunas de las primeras reuniones sí en el acercamiento con los grupos parlamentarios. El coordinador (panista) en ese entonces era Felipe Calderón, quien era férreo enemigo de la apertura de la transparencia. Incluso un desencuentro fuerte recuerdo un intento de regaño a Roberto Rock (actual director editorial de El Universal y entonces integrante del Grupo Oaxaca), estábamos él, Jenaro Villamil, Javier Solana y yo, y Rock le reclamó que no había voluntad democrática, por un lado había un discurso y por otro no existía esa circunstancia en los hechos, Calderón intentó regañarlo y lo paró en seco Roberto. Incluso a mayor abundamiento el Canal del Congreso casi 10 años después sacó un video con tomas inéditas de aquella época cuando aprueban la ley, se puede ver la mirada feliz de Jorge Islas, de Beatriz Paredes (entonces coordinadora priísta), de toda la oposición y el gesto adusto, enojado de Felipe Calderón ese video fue pasado varias veces y debe estar en Youtube, lo cual lo cual es congruente, siempre hubo oposición. 

LAS DUDAS SOBRE EL PROYECTO 

La incursión de Fox en la política se da luego de su paso como gerente de la Coca Cola, y de ahí como empresario, donde no le fue bien, afirma Korrodi. 

Pero como empresario conoció a Manuel J. Clouthier, “Maquío”, quien en un acto lo escuchó quejarse de la falta de apoyos del gobierno a la industria del calzado, Fox tenía su empresa Botas Fox, y ante las quejas Maquío le sugirió meterse a la política. 

El ex gerente no sólo le hizo caso, sino que comenzó a ser apreciado por “Maquío” y su familia. Su estilo entrón era característico y admirable, dice Tatiana Clouthier, hija del ex candidato presidencial del PAN en 1988. Cuando “Maquío” murió en 1989 al sufrir un accidente automovilístico, su hija y Fox compartieron ese dolor. 

“Cuando muere mi papá teníamos un dolor compartido y luego me tocó acompañarlo en la campaña a la gubernatura (de Guanajuato, en 1995), en León y a sus hermanas para un evento que Mercedes fox realizó, encantadora, fui al rancho y conocí a su mamá. 

“Conocíamos lo que había pasado con su esposa (Lilian de la Concha) que se fue con otro hombre, me tocó en la campaña, yo veía a un hombre reservado, echado para adelante en la política, reservado en lo personal”, comparte Clouthier.

–¿Su carisma ya lo notaba?

Definitivo, quien recuerde esos momentos, veía que tenía un atractivo ante las multitudes y éstas cariño para él. 

“Nos tocó con algunas de las hermanas cuando gana, la gran alegría que nos dio cuando llegó a la gubernatura, era el logro que hablaba de abrirle el paso a un México distinto”. De ese tamaño era la esperanza que tenía Tatiana.

En ese momento ella tenía la confianza puesta en el guanajuatense, en su estilo entrón de decir las cosas de manera diferente. En la campaña Presidencial del 2000 lo apoyó como ciudadana y sintió alegría al verlo ganar.

Ella, como Korrodi, dibuja otro momento en que empiezan a salir señales de que el proyecto del cambio se desmorona, se abandona, se capitula. 

Fue poco menos de un año después, pasado el 11 de septiembre de 2011, día en que un atentado terrorista desplomó las Torres Gemelas de Nueva York, Estados Unidos. 

“Cuando viene la discusión de Jorge G. Castañeda y Adolfo Aguilar Zínser, cada uno hace una declaración sobre las Torres Gemelas, (Castañeda pedía apoyar la guerra contra Irak, Aguilar Zínser votó en el consejo de la Organización de las naciones Unidsa por el no), me toca ver a Adolfo cuando era coordinador de Seguridad. Me comenta que había una de las secretarias donde se había comprado carne que no venía al caso, y que en la discusión (Fox) no le iba a entrar al cambio, que daría continuidad”. 

“LOS HIJOS DE MARTA SON BUENA GENTE” 

A pesar de eso, ella albergaba esperanza, aunque ya había visto otra señal, previamente cuando fue la boda entre Fox y Marta Sahagún, el 2 de julio de 2001, a un año del triunfo histórico y el día del cumpleaños de Fox. 

La frivolización del evento, celebrado en Los Pinos, la alarmó. 

“Cuando se casa con Marta fue lo repentino, lo fútil, lo ridículo que quiso pesar Marta. Me entró la duda de si estábamos jugando a las princesitas, a los reyes o a la Presidencia, si era un asunto que había que complacer a Marta que era la novia”. 

Después de las elecciones federales del 2003, cuando el PAN cayó en las preferencias electorales, donde no funcionó el lema “quítale el freno al cambio”, diputadas federales se reunieron con Marta Sahagún, entre ellas Clouthier, quien le planteó a la esposa de Fox que los resultados no eran halagüeños, a pesar del triunfalismo de la ya llamada “pareja presidencial”. 

Asimismo, le expuso que ya había rumores de que el embajador de México en Francia, Carlos Flores gastaba superfluamente los recursos de los contribuyentes (se le bautizó como el “embajador dormimundo” por comprar 10 colchones a precios excesivos). Marta desestimó la acusación. 

“Me preguntó si tenía pruebas. ‘No me friegues, eso les toca investigarlo a ustedes’, le dije. Estaba el tema del yerno de Elba Esther Gordillo con la educación superior. Fue una plática a calzón quitado. Marta me pidió fe. ‘No es asunto de fe’, y le dije que no tenían derecho a quitarle a los mexicanos la esperanza que no era patente suya”.

Recuerda que a inicios de 2004 volvió a encontrarse a la esposa del Presidente en un encuentro con diputadas federales. Clouthier había hecho declaraciones en contra de los hijos de Marta. La señora Fox se le acercó con un teléfono y se lo pasó. 

La diputada tomó el aparato, y al otro lado de la bocina escuchó al Presidente decirle: “Los hijos de Marta son buena gente”, dice mientras imita la voz fuerte de Fox. 

“No hay mucho más que decir”, concluyó. Clouthier vio que no había mando de Vicente Fox. 

Pero la hija de Maquío no se va con la versión fácil que culpa de todo a Marta Sahagún. Lo que pasaba era porque Fox así lo había querido.

“Es muy fácil echarle la culpa a Marta. Yo creo que si él lo permitió es cómplice. No es martita la que vino e hizo las pendejadas, él lo permitió y entonces van de la mano, sería muy fácil. No estamos equivocados al decir que se cogobernó en pareja”. La pareja presidencial se hacían llamar. 

La pareja que inició con una relación de trabajo, y aunque Marta fue repetidamente maltratada, logró conquistar a Fox y se casaron al año de la elección del 2 de julio, el mismo día del cumpleaños del guanajuatense. 

Diversas quejas salieron contra Sahagún. Recordaba Ernesto Ruffo en entrevista con Sinembargo que en 2003 él dejó de colaborar con el gobierno de Fox, a quien siempre consideró un cacique, cuando notó que “la señora”, como la llamó, podía tomar el teléfono y gritarle a quien quisiera. 

“Cuando me di cuenta que la señora (Marta Shagún) hablaba por el teléfono rojo con los secretarios… La señora usaba las manos (para manotear)”, ahí el ex gobernador de Baja California renunció a ser Comisionado de la Frontera. 

Un ejemplo de su actuar lo ofrece Korrodi al recordar la relación que Sahagún tenía con José Luis González “el Bigotón, un empresario amigo de Fox que de manera intermintente lo ayudó en campaña, quien cuestionaba severamente las capacidades de Marta como comunicóloga. 

Cuando Fox estaba ya en la Presidencia, González no formaba parte del equipo y buscó acercarse a Fox, pero Marta lo saboteaba. No olvidaba los cuestionamientos de “El bigotón”. 

“Lo último que viví cuando iba a ver a Fox por el problema de Amigos de Fox es que en alguna de esas Marta llegaba antes a platicar conmigo y una de las veces que hable con ella, me pidió que investigara a José Luis. Como se le daba mucho eso de andar con las mujeres me lo pidió, ahí en la cabaña. Le dije ‘pérate, pérate, no me lo pidas a mí, tú tienes al Ejército, al Cisen (Centro de Investigación y Seguridad Nacional), pero si Fox se da cuenta me va a regañar. Le dije que no, Marta no me metas, es un amigo y ella dijo ‘quiero que le mandes todas las fotos a Blanca, la esposa del Bigotón’. Era muy cabrona Marta. En ese entonces Fox en muchas ocasiones le cancelaba las reuniones al Bigotón, que se deprimió y se fue a la india un mes. Regresó, intervino la esposa, Blanca, deciden recibirlo, Marta no sabía pero ese día que había cita se dio cuenta y le habla a Poncho Durazo y le dice ‘oye, que viene ‘El Bigotón’, cancélale la cita’. Fue de las últimas chingaderas”, cuenta Korrodi. 

También los hijos de Marta fueron investigados por los diputados federales por la sospecha de que se aprovecharon de estar cerca de la presidencia para hacer negocios. 

La periodista Olga Wornat escribió dos libros sobre la personalidad de Sahagún y sus abusos, lo que le costó ser demandada por ella. 

“Si hago una comparación entre el sexenio de Fox y el de Calderón, hay un inmenso contraste. Los últimos fueron tiempos muy difíciles para nuestra profesión con la guerra a los carteles que lanzó el gobierno. Yo misma sufrí amenazas de muerte y tuve que salirme de México. Durante el sexenio de Fox, mientras escribí ‘La jefa’ no tuve mayores presiones, solo las razonables. El problema me cayó encima cuando se publicó ‘Crónicas malditas’, mi segundo libro, donde si sentí todo el peso del poder del Estado sobre mi persona. Me dictaron un arraigo, sufrí amenazas y seguimientos, también a mi familia y amigo, y dos causas judiciales, dos demandas (una de Marta y otra de su hijo Manuel) que por supuesto perdí. Lo recuerdo como una etapa muy dura y de mucha soledad, porque no podía salir de México y además, con la mayor de las irresponsabilidades Vicente Fox me insultaba y hacía referencia a mi persona en actos públicos”, dice vía correo electrónico a SinEmbargo. 

En una declaración decía usted que Fox fue tan perverso como Marta Sahagún, y que es una cara de la misma moneda, ¿a qué se refería? 

Lo dije varias veces que me entrevistaron, y sigo creyendo que es así. Sus amigos personales, familiares y ex funcionarios de su gobierno me manifestaron lo mismo y me contaron anécdotas que lo retratan como una persona fría, calculadora y sin sentimientos. Creo y sostengo que en Marta, Vicente Fox encontró por fin la horma de sus zapatos, y la historia que se desarrolla luego que dejó el poder demuestra lo mismo: dos narcisistas profundos que no pueden vivir sin los reflectores y que son capaces de decir el mayor de los disparates o mentiras con tal de tener repercusión en los medios. 

Otro elemento polémico en el gobierno de Fox fue la intentona de Marta Sahagún de suceder a su marido. 

“Marta sí influía. Ella en las reuniones participaba y hacía juego por su lado, dejó correr la posibilidad de que fuera candidata. Manuel Espino atajó la posibilidad y muy activa, recuerdo cuando quiso ser candidata al Consejo nacional. Ya cuando llegaron definiciones de candidatos volvió a la normalidad”, recuerda García Portillo, entonces secretario general del PAN. 

LOS SALDOS 

La gran aportación de Vicente Fox se dio como candidato presidencial al haber hecho que se diera un cambio de partido, considera Clouthier, quien renunció a su militancia panista en 2004, precisamente mientras gobernaba Fox. 

“Es un logro enorme, mostrar que era posible quitar al PRI a través del voto. Otro de los logros fue el Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI), y otro más la creación del Instituto nacional de las Mujeres (Inmujeres) donde él escucha la voz de las organizaciones ciudadanas que Peña Nieto no hace”, dice la hija de Maquío sobre los logros presidenciales de Fox. 

–¿Sus errores? 

Dos promesas, dos deudas con la sociedad y que por eso la sociedad lo llevó al poder, atacar de fondo el tema de corrupción, y buscar la democracia en la toma de decisiones, dice. 

El ex senador Rodríguez Prats, estudioso de la historia del PAN, quien ha hecho más de mil conferencias sobre el partido, coincide en que la corrupción no se atacó en el sexenio de Fox. 

“Se pudo impulsar el combate a la corrupción, faltó habilidad para lograr hacer unas reformas necesarias, poder llevar a la situación de que al PRI un “no” le costará más que un sí, reforma en el sector energético. Otro error fue la alianza con Elba Esther Gordillo (la lideresa del Sindicato nacional de Trabajadores de la Educación)”. 

Pero la principal falla de Fox Presidente fue haber permitido que los gobernadores se convirtieran en los virreyes de ahora. 

“La principal falla del PAN en el sexenio de Fox gobernadores, se crearon los señores virreyes, hemos convertido a esa gente que se hicieron del poder con autoridad y corrupción. El único contrapeso de gobernadores era el poder central, cuando llegó Fox se cambió, se respetó la constitución pero no se creó un mecanismo de contrapeso”, lamenta el ex legislador. 

Le reconoce haber creado el Seguro Popular, su manejo de la economía con Francisco Gil Díaz como Secretario de Hacienda. “Fue un buen desempeño, se incrementaron las reservas”, afirma. 

Se le pregunta a Ernesto Villanueva cuál es su evaluación del gobierno foxista. 

“Llegó con todas las expectativas de buena parte de los ciudadanos hastiados del régimen con bastante años. Es un mérito que se le puede atribuir a él, pero ese bono democrático se lo gastó, lo dilapidó rápidamente. Fue un gobierno de ocurrencias, de políticas de estímulo-respuesta y un gobierno que relajó los mecanismos de control del ejercicio de poder y eso generó condiciones previas para que el crimen organizado o situaciones controladas ya no lo estuvieran y tenemos los efectos de ese mal gobierno de ocurrencias y de falta de idea programática y de plan de trabajo con un propósito definido”, concluye.


Este contenido ha sido publicado originalmente por SINEMBARGO.MX en la siguiente dirección: http://www.sinembargo.mx/27-08-2013/717942. Si está pensando en usarlo, debe considerar que está protegido por la Ley. Si lo cita, diga la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. SINEMBARGO.MX

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