viernes, 18 de octubre de 2013

Carmen Aristegui F. - ¿Un nuevo paradigma?



El anuncio hecho por el periodista Greenwald -depositario de los archivos secretos que le entregó Snowden- sobre su salida de The Guardian para desarrollar un nuevo proyecto periodístico, de inmediato desató todo tipo de especulaciones a nivel internacional.

¿Qué tipo de proyecto podría desarrollar alguien que se ha colocado en el centro de la atención al haber revelado sólo algunos documentos e información que le fue entregada por el joven ex espía de Estados Unidos y mantiene en su poder una cantidad aún indeterminada?

¿Qué tipo de alianza se habría dado como para que el connotado periodista británico, radicado en Brasil, haya decidido abandonar el periódico en el cual ha publicado parte de esas informaciones, documentos y revelaciones que han sacudido a Europa, Estados Unidos y una parte de América Latina?



En manos de una prensa controlada y tradicional esa información podría pasar a formar parte de otros archivos y no llegar a sus verdaderos destinatarios que son, desde luego, los ciudadanos. Esas y otras informaciones en manos de periodistas serios e independientes convertirían aquello en noticia y llegaría a la sociedad para normar sus criterios, analizar nuestra realidad y traducirla en sus propias decisiones.

La incógnita se despejó rápidamente. Pierre Omidyar, fundador de eBay, anunció que es él quien aportará el capital para ese proyecto noticioso.

Poitras y Greenwald son los periodistas que poseen la información y documentos que Edward Snowden, el ex analista de inteligencia de Estados Unidos, reveló sobre las redes y mecanismos de espionaje masivo discriminado e indiscriminado en internet y telefónico que ha cometido Estados Unidos contra gobiernos, organizaciones y ciudadanos del mundo.

"My next Adventure in Journalism", es el texto que se puede consultar en Omidyargroup.com con los motivos del millonario para incursionar en tan suculento proyecto.

Fue uno de los interesados en comprar The Washington Post, que se llevó Jeff Bezos, el fundador de Amazon.

Omidyar, quien desarrolla una Network y financia el Fondo para la Democracia, dijo que después de analizar el impacto social que podría alcanzar con la compra del Post, si se tenía también la alternativa -haciendo una inversión similar- prefirió algo que partiera de cero.

La alianza está a la vista: poderosas inversiones, de un empresario que manifiesta estar interesado en preservar y fortalecer el papel que juega periodismo independiente en las sociedades, junto a los periodistas que, hoy por hoy, han demostrado que son capaces de investigar y publicar sus informaciones sin estar condicionados por alguno de los poderes.

La irrupción de un tipo de capitales, como el de Omidyar, que serán destinados a apoyar y empoderar a periodistas independientes que puedan contribuir, en los nuevos canales de comunicación, a desarrollar un nuevo tipo de comunicación, no puede ser visto sino como una gran noticia.

"Quiero encontrar la manera de convertir a los lectores convencionales en ciudadanos comprometidos... estoy en las primeras etapas de la creación de un nuevo medio de comunicación de masas. Yo todavía no sé cómo ni cuándo se pondrá en marcha... Lo que sí puedo decir es que el esfuerzo será independiente de mis otras organizaciones", dijo el empresario con la claridad de quien sabe o intuye del tipo de distorsiones que se producen, en términos informativos, cuando los grandes grupos empresariales y de comunicación comprometen líneas editoriales en la defensa de sus otros intereses corporativos afectando, gravemente, los derechos fundamentales de los ciudadanos.

Los parámetros de comunicación libre en el mundo moderno son relativamente amplios en las sociedades más desarrolladas, donde existen legislaciones y una cultura más avanzada respecto al papel y significado del periodismo libre de ataduras y de condicionamientos políticos o de los intereses corporativos de los dueños o concesionarios de los medios de comunicación. En otros países, como México, cuyo modelo aún permite injerencias indebidas de dueños, políticos y otros poderes para incidir o tratar de incidir en las líneas editoriales de periodistas y medios, es que se registran los índices más bajos y deficientes de calidad democrática. Eso no puede ni debe continuar en nuestros países.

La periodista canadiense Niloufar Ahmadzadeh tradujo para México y envío información diversa sobre el anuncio de Snowden y Omidyar. Entre sus envíos destaca la traducción que hizo del texto escrito por el periodista Ryan Chittum del Columbia Journalism Review, quien sintetizó la idea: "Periodistas de denuncia + multimillonarios independientes = un mundo completamente nuevo", en un artículo titulado: "La promesa extraordinaria de la nueva empresa de Greenwald".

Estamos ante lo que podría convertirse en un nuevo paradigma de la comunicación, cuyo eje gire en las nociones democráticas, del interés público y de las nuevas realidades en materia de comunicación.


Fuente: Reforma

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