Como la pongan, pero el PRI se chamaqueó al PAN y al PRD. Volvió a mostrar el colmillo largo y retorcido para intentar sacar adelante las reformas puntales de Peña Nieto: la hacendaria y la energética. La primera, junto con los perredistas. La segunda, seguramente con los panistas.
Aún más:
El PRI logró dos efectos colaterales con las negociaciones previas a la reforma hacendaria que, según Videgaray,quedará lista antes del domingo próximo: ahondó no sólo la división entre la izquierda sino que, de paso, provocó un enfrentamiento abierto entre el PAN y el PRD.
Por un lado, el priismo empujó el choque entre el PRD institucional de Los Chuchos y Morena de López Obrador.
Por otro lado, reavivó el enfrentamiento histórico entre las posturas tradicionales de la izquierda y de la derecha.
Jugada de tres bandas: se aprueban las reformas, se divide todavía más al PRD, y el PAN y el PRD se enfrentan. Mejor imposible para el PRI.
En el terreno del PRD el escenario llega de cara a la renovación de la dirigencia nacional perredista, dondeMarcelo Ebrard nada más no creció, se quedó colgado en el trapecio de la indefinición entre Los Chuchos y AMLO, se atascó, y por ello todo apunta ya a que será Carlos Navarrete —con el apoyo de Zambrano y de Mancera—, el próximo líder nacional de los amarillos. Así que el PRI no sólo se ha echado a la bolsa al PRD para ir juntos en la aprobación de la reforma hacendaria —descafeinada, cierto, al eliminarse el capítulo en materia energética, la propuesta de IVA a colegiaturas, hipotecas, y otros rubros—, sino que, de paso, fractura aún más al PRD.
¿Pruebas?
El dirigente nacional de Morena, Martí Batres, arremetió contra aquellos legisladores amarillos que voten en favor de la reforma hacendaria, advirtiendo que “forma parte de un mismo paquete acordado desde el Pacto por México para privatizar al sector energético”.
La respuesta llegó por parte del diputado perredistaAlejandro Cuevas Mena —afín a Los Chuchos—, quien reviró: “Es totalmente falso lo que dice Batres. No tiene nada que ver esto con la reforma energética. Las modificaciones que se han estado haciendo recogen muchos planteamientos que el mismo Batres demandó cuando era diputado. Paga más quien más gana…”.
Sera melón o sandía, pero el alejamiento entre los dos grandes bloques que integran a la izquierda mexicana —el PRD institucionalizado y aliado hoy al PRI, y Morena—, es cada vez más distante y profundo. Es un hecho que, en 2014, Morena sea ya partido político. Entonces seremos testigos de cómo la izquierda se disputará la supremacía político-electoral, con el obradorismo representado ya en el Poder Legislativo.
En la discusión de la reforma hacendaria, el PAN ha sostenido una postura que, guste o no, hasta hoy ha sido congruente: oponerse desde el momento mismo en el que se dio a conocer, sobre todo en cuanto a gravar colegiaturas e hipotecas. No dañar a la clase media.
Pero en ese lance, el PAN se da de topes con el PRD.
¿Pruebas? Primero, los azules apedrearon a los amarillos. Hasta vendidos los llamaron.
“Nosotros aquí no venimos a cobrar, venimos a servirle al país. A lo mejor, en el caso del PRD, sí. Ya vimos que hasta por adelantado; pago por evento. Les están dando un bono de capitalidad. ¡Qué caro le va a salir a la sociedad mexicana ese bono!, punzó el coordinador del PAN en San Lázaro, Luis Alberto Villarreal.
Segundo, el PRD respondió ofendido y calificó al PAN de tener “doble moral”.
“El PAN utiliza un recurso de lealtad a la clase media, pero sus intereses están con los más ricos”, reviró el jefe de los perredistas en el Senado, Miguel Barbosa.
Y más: el líder del PRD en San Lázaro, Silvano Aureoles, apuntó que el fondo de capitalización para el DF no fue moneda de cambio para que su partido avalara la reforma fiscal. “Ni estamos dando cheques en blanco ni adelantando acuerdos que puedan tener vinculación con la reforma energética”.
A disculpa no pedida…
Pero los panistas piensan diferente. Aseguran que el PRD ya negoció con el PRI aprobar la hacendaria en trueque con el Fondo de Capitalización para el DF.
¿Y la reforma energética? Se configura, desde ahora, el escenario de que el PRI la saque adelante con el apoyo del otro extremo: el PAN... y con la oposición del PRD, o al menos, del ala radical del perredismo.
Pero no se crea que el PRI tendrá un día de campo con la energética. Nada de eso. AMLO y compañía ofrecerán resistencia feroz a que se apruebe lo que el obradorismo llama “la entrega del petróleo al extranjero”. Pero ese es otro episodio que abordaremos en entrega posterior.
Twitter: @_martinmoreno
En política el que no es cabrón es pendejo. Tan tan
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