martes, 12 de noviembre de 2013

Carlos Loret de Mola - Y ahora... a linchar a Borgetti

O P I N I Ó N
C A R L O S   L O R E T   D E   M O L A 
Historias de reportero
Y ahora... a linchar a Borgetti

Luis Antonio López, ex vocalista de la Banda El Recodo, cantaba durante una fiesta para celebrar el cumpleaños 63 de Francisco Rafael Arellano Félix cuando un hombre vestido de payaso pasó a unos metros de él y mató de cinco disparos al festejado.

Además del cantante, estuvieron en ese festejo en un hotel de Los Cabos, según el prestigiado semanario Zeta, el ex procurador de Baja California Francisco Karim Martínez Lizárraga, el boxeador Omar Chávez y el ex futbolista Jared Borgetti.




El mayor de los hermanos Arellano Félix fue considerado a principios de los años 90 líder del cártel de Tijuana. En 1993 fue detenido, acusado de delitos contra la salud, posesión de armas indebidas y el asesinato del cardenal Posadas.

Fue sentenciado a 10 años de cárcel. Lo llevaron al penal de alta seguridad de Almoloya, donde permaneció hasta 2006, cuando fue extraditado a Estados Unidos por una acusación pendiente de introducción de drogas a California; se declaró culpable, fue sentenciado a siete años de prisión pero debido al tiempo que ya había estado preso fue liberado en 2008 y deportado a México.

En redes sociales y medios de comunicación tradicionales muchas personas han lanzado insultos y acusaciones a Jared Borgetti por haber estado en la fiesta de Arellano.

El famoso futbolista no ha cometido ningún delito: fue al cumpleaños de un hombre que no era un ejemplo de vida, pero que no tenía ninguna orden de aprehensión en su contra, que fue juzgado y pagó su pena en los sistemas de justicia de dos naciones.

Un sector de México dicta que Borgetti es culpable. Es el mismo sector que ya dictó sentencia a favor del chavista Nicolás Maduro en el caso de la avioneta mexicana incendiada en Venezuela.

El gobierno venezolano dijo primero que había derribado la aeronave por sospecha de llevar droga, luego cambió su versión a que en realidad le ordenaron descender en una pista clandestina y que ya en tierra fue incendiada por las autoridades.

Ni antes ni después de que se conociera el incidente hubo un reporte oficial de que se confiscó droga de la avioneta y en ningún país del mundo se estila incinerar cocaína incautada con todo y el avión que la transportaba, en el lugar del aterrizaje y sin reporte oficial alguno a la justicia.

La nota diplomática del Gobierno de México exigiendo esclarecer el caso y ser informado puntualmente de la investigación es vista por ese mismo sector como una defensa impropia de narcotraficantes. ¿Les parecerá muy pulcro un régimen que sentencia en cuestión de horas, desaparece la evidencia y no informa del paradero del indiciado?

Sean narcos o no, los ciudadanos mexicanos de la avioneta tienen derecho a la justicia. En cambio, hasta hoy no se sabe nada de ellos. Lo mínimo que puede hacer México es exigir su presentación. 

Aunque fueran culpables, y máxime si resultaran inocentes, nadie tiene derecho a detenerlos ilegalmente, mucho menos desaparecerlos, en nombre de un supuesto complot mundial que aparece cada vez que Maduro no puede justificar sus acciones.

Leído en http://www.noroeste.com.mx/opinion.php?id_seccion=104

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, sean civilizados.