Adela Navarro Bello |
Tradicionalmente en la época de gobiernos federales del PRI, el de Baja California era el primer dedazo presidencial en los estados.
La última ocasión que en esta entidad un Presidente de la República utilizó su facultad como PPP (Primer Priísta del País) para designar candidato a capricho, fue también la primera ocasión que perdieron las elecciones en el estado. El autor del dedazo fue Carlos Salinas de Gortari, la ungida, Margarita Ortega Villa de Romo, la fecha, julio de 1989.
Como se le nombra a la forma “al más puro estilo priísta”, el señor Presidente convocó a todas las fuerzas vivas y sectores priístas de Baja California, incluidos por supuesto los líderes sindicales; avión a disposición los trasladó a la Ciudad de México y les hizo partícipes de la decisión. Los tricolores –institucionales cuando así se requiere– regresaron alabando a la candidata, alineándose a la designación.
El pésimo gobierno que había ejercido Xicoténcatl Leyva Mortera y el apoyo que éste había dado a Manuel Bartlett cuando en el PRI buscaba ser candidato a la Presidencia de la República un año antes en 1988, le había redundado en el exilio político. Salinas primero lo envío a un imaginario cargo en Washington y luego a una lejana embajada con un cargo de tercera.
La corrupción en Baja California estaba presente en cualquier trámite, la familia revolucionaria se servía en todas partes a costa de los bajacalifornianos; el gobierno priísta de Xico Leyva en Baja California le abrió las puertas al narcotráfico utilizando para ello las llaves de la administración pública.
Hartos en la oposición, cansada la sociedad, recurrieron a un ciudadano para hacerlo candidato. El carismático ensenadense Ernesto Ruffo Appel, le ganó la gubernatura a Margarita Ortega, quien en la derrota regresaría al Senado y después perdería la vida frente al cáncer.
De aquello hace 23 años; el PRI no ha vuelto a recuperar el gobierno de Baja California, y perdió durante doce años la presidencia de la República. En este nuevo escenario 2013, con el Revolucionario Institucional de regreso en Los Pinos, y además con el equipo que detrás del presidente electo Enrique Peña Nieto, no hay razón para pensar que la situación ha cambiado. Después de todo el PRI es el PRI y demostró a partir de las viejas prácticas remasterizadas y utilizadas en la elección del 1 de julio de 2012, que no ha cambiado ni cambiará. Por tanto, como en el pasado, el de Baja California será el primer dedazo presidencial, ahora de Peña Nieto.
Conducidos por su idiosincrasia priísta, los de Baja California están esperando esa designación. Ni siquiera han elegido dirigente estatal, a la fecha no han recibido ni señales de humo para ver hacia dónde apunta el dedo presidencial. Hace algunas semanas les dijeron en la Ciudad de México que no desesperaran pero que por el momento los esfuerzos de toda la cúpula tricolor estaban en lograr de manera limpia y ordenada la constancia de presidente electo para Peña, que una vez asegurando eso, podrían voltear al Estado 29. Después les salieron con que deben esperar un poco más, una vez tomada la posesión el 1 de diciembre de 2012, Baja California tendrá definición.
Pero durante las últimas semanas, Jorge Hank Rhon ha insistido a quien lo escucha en medio de sus lamentos, decir que ya cuenta con la venia de Enrique Peña Nieto para convertirse en el candidato del PRI al Gobierno de Baja California. Sacando raja política del reciente fallecimiento de su mujer, María Elvia Amaya, el ex convicto por acopio de armas, insiste en que servirá a su partido.
Nacido en el meritito centro del grupo Atlacomulco, Hank Rhon está confiado en que por ser ese el origen de Enrique Peña Nieto será más fácil agenciarse la candidatura Baja California 2013, después de todo es de mexiquenses de quienes se rodea el futuro Presidente Constitucional de México. Hank intenta ignorar y que sean ignoradas en el centro del País todas las sospechas criminales que sobre él pesan, tanto en los Estados Unidos como en México –a la fecha ha tramitado seis amparos para no ser detenido por la autoridad federal o por la estatal–; espera con ello y por regionalismo y cuna política, que Peña ejerza el dedazo presidencial con él, que es un ex presidiario.
Si como presume Jorge Hank trae el apoyo del Presidente Electo, esa sola acción será la confirmación del regreso de lo peor del PRI al ejercicio del poder en México.
El diputado federal Fernando Castro Trenti es el otro aspirante del Partido Revolucionario Institucional al gobierno del estado; más cerca del equipo de Manlio Fabio Beltrones Rivera que del de Peña Nieto, le apuesta a ello y a “los sectores vivos”, para que el Presidente, una vez constitucional y en febrero de 2013, no cometa dedazo o que en su defecto el seleccionado sea él. Enemigo de Jorge Hank Rhon, fue su secretario del Ayuntamiento cuando el del Hipódromo ganó la alcaldía de Tijuana, pero entraron en conflicto personal y político por la derrota de 2007 cuando perdieron el gobierno de Baja California.
En estas condiciones, el único que “al más puro estilo priísta” no se mueve para salir en la foto es Jorge Hank Rhon, quien está pensando que el primer dedazo presidencial de Peña Nieto será para él, con todo y las sospechas de criminalidad que sobre su persona pesan. ¿Será?
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