"No creas en lo que digo. Cree en lo que hago".
Carlos Ghosn
Algo ha hecho muy bien México en la industria automotriz, pero algo también ha hecho muy mal.
Ayer el presidente Enrique Peña Nieto, el gobernador de Aguascalientes, Carlos Lozano, y el presidente mundial de Nissan, Carlos Ghosn, toda una leyenda en la industria automotriz global, inauguraron la nueva planta de Nissan en México: la segunda en Aguascalientes y tercera en el país. La inversión de 2 mil millones de dólares está generando 3 mil empleos directos y 9 mil indirectos.
Ghosn me decía ayer que Aguascalientes "compitió con muchas otras posibles ubicaciones". El hecho de que Aguascalientes 1, construida hace más de 30 años, sea considerada la mejor planta de Nissan en el mundo ayudó por supuesto a tomar la decisión. "Los trabajadores mexicanos son muy capaces y productivos si cuentan con tecnología y capacitación", me dice Ghosn. De hecho, la vieja planta de Aguascalientes obtuvo en 2012 el President Award, reconocimiento a la mejor planta de la empresa en el mundo. Armando Ávila, mexicano, ingeniero por el Instituto de Tecnología de Aguascalientes, que ingresó a la empresa como becario y ha ascendido hasta convertirse en vicepresidente de manufactura, tuvo a su cargo la construcción y puesta en marcha de la nueva planta, que concluyó en sólo 19 meses, un récord internacional para Nissan.
La nueva planta podrá producir hasta 175 mil automóviles al año. Si bien tiene capacidad para manejar cuatro plataformas diferentes, empezará con producción de autos Sentra que serán exportados a 37 países, incluyendo Estados Unidos.
México es un país sumamente competitivo en la producción de vehículos. Con la 14ª economía del mundo, ocupa el octavo lugar en producción, con 2.9 millones de vehículos en 2012 (AMIA). En exportaciones se ubica en el cuarto puesto mundial, con 2.4 millones de vehículos, lo cual es testimonio a la productividad de la industria nacional pero también a los problemas del mercado interno.
Las ventas nacionales de vehículos nuevos se han mantenido virtualmente estancadas desde 2002 en alrededor de un millón de vehículos al año: 988 mil en 2012 (AMIA, venta al público). Otros países de Latinoamérica, como Brasil y Argentina, han registrado una fuerte expansión en el periodo. En 2012 Brasil vendió 3.8 millones de vehículos nuevos; Argentina, con una población de sólo 41 millones de habitantes, 830 mil (skyscraperlife.com).
El estancamiento en el mercado nacional se debe fundamentalmente a la importación de vehículos chatarra de Estados Unidos. Estas importaciones han alcanzado cifras de alrededor de un millón de vehículos al año. Es una cifra igual a las ventas nacionales de la industria. Mientras los vehículos nacionales son sometidos a procesos de certificación y exigencias de reducción de emisiones, el país importa chatarra contaminante sin ninguna exigencia.
La industria automotriz aporta un 4 por ciento del Producto Interno Bruto de nuestro país. Representa el 20 por ciento de las manufacturas y está creciendo a un buen ritmo: 12 por ciento entre 2011 y 2012. El problema es que mientras no se tomen medidas para restringir las importaciones de chatarra será imposible que el mercado interno alcance su verdadero potencial. La decisión de Nissan de invertir en la nueva planta de Aguascalientes fue tomada antes de una reforma fiscal que puede reducir la competitividad de la industria automotriz en México. Habrá que ver si esta reforma no tiene un impacto negativo en una industria que ha demostrado ser muy competitiva. Pero quizá más importante sería que el gobierno mexicano tomara medidas para eliminar una competencia desleal que ha costado miles de empleos a los trabajadores mexicanos.
DERECHOS HUMANOS
México, China, Rusia, Cuba y Arabia Saudita entran a formar parte en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Parecería que hay que ser violador de los derechos humanos para formar parte de este grupo.
www.sergiosarmiento.com
Leído en http://criteriohidalgo.com/notas.asp?id=203229
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