Sí puede ser presidente del PRI Ernesto Cordero. Y Genaro Borrego, presidente del PAN.
A estas alturas, poca gente sabrá quién es este Borrego, ex líder del Rebaño Sagrado, pero no de las Chivas de Guadalajara, sino de de los hooligans del PRI. Diputado, senador, Gobernador, efímero presidente del tricolor, su mérito fue haber recomendado a Emilio Gamboa Patrón con Miguel de la Madrid para su secretario particular en Programación y Presupuesto, Secretaría ya desaparecida que ocuparon: De la Madrid, ya desaparecido; Colosio, ya desaparecido, y Salinas de Gortari, quien, dicen, todavía se aparece en forma de chupacabras, no de chupachivas Regal (ése es otro ex). Pues bien, si Cordero quiere ser presidente
del PRI, Borrego puede serlo del PAN, partido al que se pasó en 2006 para apoyar a Calderón. Sólo que Borrego no sería un líder del PAN con toda la barba, como el Jefe Diego: si acaso con media barba, como Bravo Mena. Y Cordero tampoco sería un dirigente del PRI como don Jesús Reyes Heroles, quizá como doña Beatriz Paredes: ya debe andarle por irse al Mundial de Brasil, pues en la elección del PAN no le van a prestar el balón. Pero, a la mejor, lo de Cordero fue sólo un lapsus que le provocó un su jefe, don Felipe un colapsus.