miércoles, 19 de septiembre de 2012

Katia D`Artigues - Ebrard a la ONU, 2018 y más allá

Katia D`Artigues
Que se divierta”, me dice la amable señora que me acompaña hasta mi lugar en el Auditorio Nacional tras darle mi boleto de Ticketmaster. Afuera, aunque son las 10 de la mañana, pude haber comprado palomitas y un refresco, aunque no hubiera podido entrar con ellos, menos mal. El evento abrió con el Ensamble de Alientos de la ciudad de México y terminó con una explosión de papelitos brillantes y el mariachi Gamma Mil con el tenor Fernando de la Mora.

Pregunta: ¿Dónde estuve ayer? Aunque suene extraño, la respuesta es: en el “Informe Ciudadano” de Marcelo Ebrard.

El lugar estaba lleno de beneficiarios de programas sociales, ahí no hay mérito alguno, la verdad.




Pero sí tuvo buena convocatoria para un jefe de Gobierno que sale, sobre todo entre empresarios de medios de comunicación. Y dos filas para representantes del cuerpo diplomático, nada mal para quien también tiene un cargo en la ONU a partir del 5 de diciembre.

Y es que bueno, Marcelo Ebrard lo ha dicho y ayer lo reiteró, quiere ser el candidato de las izquierdas unidas —si lo están, que él espera que sí y trabajará en ello— para el 2018. El hombre que quiere demostrar que lo que se logró en la ciudad de vanguardia —su slogan— puede “generalizarse” al país.

Ese quizá es su mayor reto: permanecer vigente sin tener un cargo público de notoriedad durante seis años. Ya tiene la Fundación Equidad y Progreso y dice que recorrerá el país tratando de entusiasmar no sólo a los capitalinos y quizá clasemedieros. ¿En serio no buscará la presidencia el PRD? Como sea será, también, un reto de transparencia en su caso y en el de AMLO —aunque este último espera que sea de parte del IFE, nada más que nazca Morena—.

Ayer, desde el escenario del Auditorio no escatimó agradecimientos y también hasta porras para el jefe de Gobierno electo, Miguel Ángel Mancera, de quien ha dicho que podría ser, junto con AMLO, uno de sus contrincantes por la lejana candidatura. Será que es nuevo en las grandes ligas, pero al menos hasta ayer Mancera dice que no competirá, que —típico—se concentrará en gobernar la ciudad.

Un detalle lindo: ¿quién fue el hombre que estaba junto a él en la primera fila al mero centro? Nada menos que su padre, también llamado Marcelo Ebrard (su mamá era Marcela), quien llegó en una silla de ruedas motorizada. También junto su hermano Alberto, sus cuñadas, y claro, esa belleza que evoca la serie “Mad Men” que es su esposa, Rosalinda Bueso.

Malú Micher contra la Coca-Cola Light. La que estaba ayer que echaba chispas —nada qué ver con el Informe de Ebrard que aplaudió— era la actual diputada federal e integrante del equipo de Miguel Mancera: Malú Micher.

Además de cabildear porque la nueva iniciativa de reforma a la Ley del Trabajo haga justicia al artículo 11 de la CEDAW y tenga perspectiva de género, anda en campaña contra Coca-Cola Light. Como lo leyó. ¿Ha visto sus recientes anuncios espectaculares? Resulta que ahora la bebida quiere ligar una versión deconstruida de la palabra “macho” —cruz cruz de cualquier feminista que se respete— con su bebida, que tradicionalmente enfocaron a las mujeres.

Así, ahora los “machos” ya no son los que andan con muchas mujeres o son fuertes y no lloran, sino aquellos que se despiertan a las cuatro de la mañana a cambiar niños, se saben los programas de la lavadora y claro, compran su producto y lo toman gustosos. 

Con la transparencia, uno se entera de cosas inusitadas. Quizá se gastaba así —o más— antes de que se volviera una costumbre del check&balance de toda sociedad democrática que se respete, no lo sabemos. Aun así sigo sin entender la página de transparencia del presidente electo, Enrique Peña Nieto, que ya puso su primer corte de caja. Se han gastado 188 mil 44 pesos en “servicios generales”. Ok. Y ¿qué es exactamente eso?, no lo sabemos. Eso sí, ahora por intereses, tienen un poco más del presupuesto original que les dieron: 150 millones de pesos. 

Pero nos enteramos que todos, claro, y está bien, cobrarán sueldos por participar en el equipo de transición. Van desde 11 mil 435 pesos, el más bajo de los 15 niveles, hasta 113 mil 588 pesos.

Leído en: http://www.vanguardia.com.mx/ebrardalaonu2018ymasalla-1377050-columna.html

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