viernes, 6 de septiembre de 2013

Eduardo Ruiz-Healy - Carne cultivada: ¡un invento revolucionario!

Peter Gleick es presidente del Pacific Institute (PacInst) , una organización no gubernamental basada en Oakland, California, cuya misión es “crear un planeta más saludable y comunidades sustentables”. Su objetivo es “encontrar soluciones reales a problemas como la escasez del agua, la destrucción del hábitat, el calentamiento global y la injusticia ambiental”.

El instituto “realiza investigaciones, publica reportes, recomienda soluciones y trabajo con tomadores de decisión, grupos no gubernamentales y el público para cambiar políticas públicas.” Su sitio en internet es www.pacinst.org.

Una de sus publicaciones, The World’s Water 2008-2009, cuyo autor es el mismo Gleick, contiene una tabla donde se anota la cantidad de agua que se requiere para producir muchos de los productos que consumimos regularmente. La información me sorprendió.



Se necesitan:

3 a 4 litros de agua para producir 1 litro de agua embotellada (incluyendo el agua necesaria para fabricar la botella de plástico).

125 litros de agua para producir una hoja de papel tamaño carta (sin incluir el agua necesaria para criar el árbol).

120 litros de agua para producir una taza de te.

200 litros de agua para producir una lata de refresco de cola.

260 litros de agua para producir un kilogramo de acero.

300 litros de agua para producir 250 ml. de cerveza.

440 litros de agua para producir un kilogramo de cobre primario.

460 litros de agua para producir un kilogramo de hule sintético.

500 a 1,500 litros de agua para producir un kilo de papa.

850 litros de agua para producir un vaso de jugo de naranja.

900 a 2,00 litros de agua para producir un kilogramo de trigo.

925 litros de agua para producir un kilogramo de papas fritas.

950 litros de agua para producir un vaso de jugo de manzana.

960 litros de agua para producir una copa (175 ml.) de vino (incluye la producción de las uvas).

Mil litros de agua para producir un litro de leche de vaca.

De mil a mil 800 litros de agua para producir un kilogramo de maíz.

Mil 120 litros de agua para producir una taza de café.

Mil 300 litros de agua para producir un kilogramo de pan.

De mil 900 a 5 mil litros de agua para producir un kilogramo de arroz.

3 mil 300 litros de agua para producir un kilogramo de huevo.

De 3 mil 500 a 5 mil 700 litros de agua para producir un kilogramo de carne de pollo.

5 mil litros de agua para producir un kilogramo de queso.

9 mil 200 litros de agua para producir un kilogramo de te.

11 mil litros de agua para producir un kilogramo de textil de algodón terminado.

De 15 mil a 70 mil litros de agua para producir un kilogramo de carne de res.

16 mil litros de agua para producir una hamburguesa.

16 mil litros de agua para producir un kilogramo de microchips.

16 mil 600 litros de agua para producir un par de zapatos de cuero.

21 mil litros de agua para producir un kilogramo de café tostado.

Si tomamos en cuenta que un ser humano consumirá, en promedio, unos 54 mil 750 litros durante su vida (dos litros diarios durante 75 años), es más que evidente que la producción de nuestros alimentos, textiles y la mayoría de las cosas que consumimos requiere de cantidades inmensas de agua, un bien escaso que si nos empeñamos en despilfarrar faltará muy pronto..

Para entender qué tan escasa es el agua, consideremos estos datos: 70 por ciento de la superficie de nuestro planeta está cubierto de agua; 97.5 por ciento de toda el agua de la Tierra es salada y sólo 2.5 por cientoes dulce; casi 70 por ciento del agua dulce está congelada en las capas de hielo de Antártica y Groenlandia, el agua restante se presenta como humedad de los suelos o está depositada en depósitos subterráneos que son inaccesibles; poco menos de 1 por ciento del agua en el planeta es dulce (más o menos 0.007 por ciento del agua en el planeta es accesible para usos humanos y se encuentra en lagos, ríos, presas y depósitos subterráneos de fácil acceso).

Por todo lo anterior, resulta muy interesante lo que han logrado cuatro científicos de la Universidad de Maastricht, en Bélgica: cultivar carne por medio de la recolección de células musculares de una vaca viva. Los científicos alimentan y nutren estas células para que se multipliquen y conviertan en tejido muscular, que es el principal componente de la carne que comemos.

De acuerdo a la FAO (Organización de las Naciones Unidas para Alimentos y Agricultura), la demanda de carne aumentará 66 por ciento en los próximos 40 años y es evidente que los métodos actuales de producción no son sustentables.

La falta de agua y tierras disponibles para la agricultura y ganadería van a convertir a la carne y otros alimentos en productos de lujo si no se hace algo al respecto. La carne cultivada podría llegar a ser, dentro de algunos años, parte de la solución al problema de desabasto alimenticio que la humanidad enfrentará.

Es, sin duda alguna, un producto revolucionario.

Twitter: @RuizHealy
Mail: eduardoruizhealy@gmail.com
www.ruizhealy.tumblr.com

Leído en http://criteriohidalgo.com/notas.asp?id=189910

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