Eran malas noticias las consultas del Senado sobre la reforma energética, como si ésta no estuviera suficientemente discutida. Lo adelantó Pablo Hiriart (http://www.razon.com.mx/spip.php?pa...). Ayer sucedió: las consultas duraron sólo horas porque PAN y PRD las reventaron.
La propuesta, salida del PRI, fue un error, aun con su talante incluyente, al querer congraciarse con todos. El propio Cuauhtémoc Cárdenas aceptó inaugurar los foros sólo para tirárselos: “No vine a simular nada, vine a fijar la posición que he tenido siempre”.
¿Si asistió para decir lo mismo que ha dicho siempre, para qué fue? Pero la pregunta sería para los organizadores: ¿Si sabían que no diría nada nuevo, para qué lo invitaron?
Cárdenas y AMLO habían firmado la semana pasada una carta contra todas las reformas, llamando a la “resistencia civil y pacífica” para:
1. Oponerse abiertamente a las reformas constitucionales propuestas y defender los recursos energéticos.
2. Oponerse a la iniciativa de reforma hacendaria, que distribuye la carga fiscal de una manera inequitativa y recesiva afectando a la clase media y trabajadora.
3. Rechazar la campaña mediática de linchamiento contra las justas luchas de los maestros, ante una reforma que los priva de sus derechos laborales.
Era de esperar que ordenara a Miguel Barbosa, jefe de los senadores del PRD (secundado por el PAN) que el partido se retirase de los foros después de haber aceptado él mismo inaugurarlos, porque había “ocho invitados a favor de la reforma y sólo uno en contra”.
El partido del Presidente no debe exponer a tales manoseos una reforma propuesta por el propio Enrique Peña. Bastante tiene con que su líder nacional, César Camacho, haya decidido irse de viaje a China en medio de la actual emergencia nacional por las lluvias que han dejado 123 muertos.
Porque ya se conocen las propuestas de todos:
—Gobierno: Modifica el artículo 27 de la Constitución para que el sector privado explote yacimientos por encargo del Estado, entregue el petróleo al Estado, éste lo venda y le entregue un porcentaje de la utilidad.
—PAN: Modifica la Constitución con un nuevo régimen de concesiones manejado por la Secretaría de Energía y pone a Pemex a competir como una más con empresas privadas y público-privadas.
—PRD: No modifica la Constitución, pero permite la contratación de empresas privadas nacionales y extranjeras sin que Pemex comparta las ganancias con empresas privadas, para las que plantea pago en efectivo.
Con la propuesta de reforma energética de Felipe Calderón, en 2008, también se realizaron foros paralelos a la discusión legislativa y al final salió una reforma tan floja que ahora buscamos otra.
Pero resultó débil porque entonces, como ahora, los interesados están queriendo dar gusto a todos.
Y eso es imposible.
ruben.cortes@razon.com.mx
Twitter: @ruben_cortes
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